Les Granotes en Tarragona

Nos topamos de casualidad con este sitio y n pudimos acertar más. La ubicación es ideal, justo encima del anfiteatro con una terraza muy grande y bonita. Era un día particularmente caluroso y lo primero que nos pedimos fue unos mojitos sin esperarnos gran cosa. Vaya sorpresa cuando los probamos.. riquísimos. En particular el de fresa. Varios mojitos después nos pedimos varias raciones a compartir: calamares, patatas bravas, nachos… la comida muy correcta. El servicio todo chicos jóvenes muy simpáticos y atentos.

Muy buen servicio. La sangría está riquísima. Solo falta freírla con pan y tomate :) El astunkoji está delicioso :)

Recomendado excelente lugar, atención de los camareros y excelente comida, muy especial las ofertas de mariscos , los mejores mejillones , gracias por hacernos pasar una agradable tarde de paseo.

Excelente servicio, muy buena atencion y exquisita comida. Muchas gracias a Tomás y a sus compañeros, atencion inmejorable .

Excelente ubicación al aire libre con vistas al mar y un bonito parque. Ambos pedimos lubina a la parrilla (igual que branzino) y estaba fresca, sabrosa y en su punto. Venía con verduras bastante buenas y patatas que estaban en su punto justo. No comimos muchas patatas, pero aun así disfrutamos del almuerzo.

Muy buena atención, gracias Tomás. La comida estuvo excelente: las croquetas de setas, simplemente divinas, y la lubina, espectacular 👌. La sepia también muy buena. Todo en general, muy bien. ¡Repetiremos!

tiene unos camareros muy buenos y guapos

Tomás, el encargado un auténtico crack, servicio rápido, comida espectacular y en un sitio de 10. Super recomendamble

Tuve el placer de visitar este restaurante recientemente y la experiencia fue excelente, en gran parte gracias a la atención de Tomás. Desde el primer momento, nos recibió con una sonrisa y una actitud profesional que marcó la diferencia. Conocía perfectamente el menú, nos recomendó platos con entusiasmo (y acertó en todos), y estuvo siempre pendiente sin ser invasivo. El ambiente del lugar es acogedor, con una decoración cuidada y música a un volumen justo para conversar. La comida, deliciosa; pero lo que realmente elevó la noche fue ese toque humano que Tomás supo dar. Detalles como recordar nuestras bebidas favoritas o sugerir el postre ideal cerraron la velada con broche de oro. Definitivamente volveré, y si tienen la suerte de que los atienda Tomás, mejor aún.

Muy bueno, Tomás el camarero, un Crack