Lera en Castroverde de Campos

La atención exquisita te tratan como si estuvieras en casa. Detallistas, cambiaron uno de mis platos porque no como liebre. Las habitaciones cómodas, confortables y acogedoras, y que decir del desayuno, para irse con un buen sabor de boca pero lo mejor de la experiencia, la comida de Luis y sus chicos, un trabajo impecable. Volveremos seguro.

Es la segunda vez que voy y cada vez es mejor. Enhorabuena Luis da gusto disfrutar en tu casa

La comida te transporta a casa de los abuelos, con la excelencia de la alta gastronomía. Y el servicio, acogedor y familiar, destaca por su “saber hacer”. Todo ello enmarcado en un entorno rural, clásico, y delicado, en total consonancia con la experiencia. Merece la pena cada kilómetro recorrido hasta Castroverde de Campos.

Nuestra experiencia en el Hotel Restaurante Lera ha sido absolutamente inolvidable. Desde el momento en que llegamos, cada detalle ha estado cuidado con esmero, desde el confort del alojamiento hasta la excelencia gastronómica. El Menú Degustación ha sido una auténtica obra maestra, donde la tradición culinaria castellana se fusiona con técnicas innovadoras, destacando en especial los platos de caza. La maestría de Luis Alberto Lera y su equipo convierte cada bocado en un viaje sensorial único. Además, el desayuno ha sido delicioso, y la hospitalidad del equipo ha hecho que nuestra estancia sea aún más especial. Sin duda, Lera es un destino imprescindible para los amantes de la buena cocina. Estamos seguros de que volveremos y de que será un regalo excepcional para quien busque una experiencia gastronómica inigualable. ¡Gracias por una experiencia que guardaremos para siempre!

Yo, que no soy creyente, empiezo a pensar que Dios existe en forma de Luis Alberto Lera, con sus 12 discípulos que componen su magnifico equipo. He vuelto por segunda vez y ya he agendado la tercera. La primera a la carta, esta segunda menú corto (¿por que le llamáis corto si es tan completo?). La tercera será con el menú de 4 platos extra. Pero ayunaré una semana. Porque si con el menu corto se come igual que como se alcanza éxtasis; hasta el punto máximo, no quiero pensar con el menu extenso. Una elaboración extraordinaria, una presentación admirable y un servicio exigente que lo da todo. Y a un precio absolutamente razonable. Son tres horas que se han pasado mas rápido de lo que cabria esperar. porque un servicio ágil y de calidad extrema te hacen sentir como único en el restaurante, a pesar de que este lleno y haya listas de espera para conseguir mesa. No pongo fotos, que ya hay muchas, igual que comentarios positivos, pero por ello uno no puede mas que agradecer que personas como Luis y su equipo nos trasladen a un paraíso que pensaba que no existía. Gracias a todos

Espectacular. Sitio perfecto para comer caza, cocinada con detalle y producto de calidad. Muy recomendable

Vuelta a los sabores de siempre. Regreso a la cocina de verdad. Un auténtico lujo que existan aún sitios como Lera. Un lugar imprescindible.

Será la quinta vez que visitamos Lera , el templo de la Caza , nos decidimos por el menú largo ,es difícil que un plato supere a otro en sabores , pues en Lera pasa , cada pase te sorprende en sabores , texturas , calidad y cuidado . Paloma ,Perdiz , Liebre , Corso , lentejas con pato , Pato azulón está impresionante es una carne fina , se deshace con gran facilidad , y llega el Pollo de corral por supuesto criado por ellos , tierno , una carne jugosa que se deshace en su propio jugo , con mucho sabor , con una salsa que te hace rebañar . Adrián el sumiller te aconseja en todo momento , asesorando cada plato del menú cuidando con detalle que tu experiencia sea perfecta , Sara en sala te presenta cada pase , te explica cada plato y cuida con mimo y detalle de la mesa . No será la última vez que visite casa Lera , cada año se van superando , si puedes regálate esta experiencia

Primera vez en este templo de la caza dicho por mucha gente y lo confirmo. Buen producto buena ejecución y buen servicio con un “pero” importante que explicaré . Tomamos el menú corto añadiendo el pichón que creo es imprescindible, es suficiente para salir satisfecho, buena carta de vinos y aquí viene el “pero”, un restaurante como este se merece un “sumiller” a la altura y este chico no está. Probablemente tenga conocimientos para ejercer en un restaurante como este, pero le faltan formas y seguramente “trienios” para estar a la altura, la experiencia se lo dará pero mientras tanto va tener que disculparse varias veces como hizo hoy con nosotros innecesariamente, después de mostrar muy poca empatía con el cliente, comete un error de principiante al no avisar que la botella de vino que hemos pedido es la última que tienen disponible , al pedir la segunda pues no hay del mismo (Pago de Santa Cruz). No sirve “alardear” de que tiene 1200 referencias en carta y luego esta metedura de pata, hay muchos restaurantes con más referencias y al frente un buen profesional ayudando y recomendando el vino que considera más adecuado y que mejor maride con los platos con clase y profesionalidad. Esto no debe ensombrecer el buen hacer de Lera, con seguridad vamos a volver a disfrutar del sitio y de la experiencia gastronómica.

En un menú degustación, incluso en restaurantes con estrellas Muchelin, es difícil que todos los platos rayen a la misma altura y que no haya alguno que baje el nivel. Pues aquí ningún plato baja del 10. Todo el producto, de máxima calidad, está magnifica mente tratado y presentado, y la caza no es fácil de trabajar. El restaurante Lera ha llevado la tradición de El Labrador a otra dimensión. El precio razonable para lo que uno recibe a cambio. La carta de vinos suficiente y poco cargada de precio en relación con otros restaurantes de este nivel. Y la atención del personal magnífica, rayando todos a gran altura. Enhorabuena.