Le Cucú petit bistrot en A Coruña

Todo muy rico, bien presentado, servicio rapido y atento, muy muy. Recomendable 😃

Buen ambiente , cócteles muy ricos , la ensaladilla es un 10! Y ellos son súper riquiños! 💙

Personalmente me ha encantado todo! El sitio es ideal, pequeño pero íntimo y acogedor. La atención de 10!

Raciones bastante escasas para el precio que tienen. El hummus nos pareció bastante insípido. Dentro no hay ventanas ni corre el aire, por lo que hace bastante calor, aunque tienen dos ventiladores. El bikini trufado y la burrata muy ricos

Imprescindible tomar la ensaladilla atípica, el brioche de tartar y mi favorito, el bikini trufado✨ Todos los platos son buenísimos y el ambiente del local es romántico y agradable.

Una auténtica sorpresa descubrir este bistrot en la ciudad vieja !! La comida, buenísima y no pudieron ser más amables con nosotras, que íbamos con un bebé de 8 meses. Me lo quedo para volver !!!!

Buen ambiente, lugar con encanto. Personal amable. En general precios altos para lo que ofrecen, la comida es muy irregular: las croquetas muy buenas, ensaladilla original y rica, pero 9 euros por un vulgar sándwich de jamón y queso.

Local muy agradable -aunque las mesas algo pequeñas si vas en grupo. La comida muy irregular y escasa; se gradecería más comida y menos pan en cada uno de los platos (tostadas, brioche, que más que contraste van de relleno). Aconsejaría replantear la receta y materias primas del sandwich trufado... Relación calidad-precio regular.

Bistro pero también bar, para tomar un café o una cerveza en las tardes calurosas. El menú es atractivo y la cocina es buena. Un lugar para probar mientras visita la ciudad vieja.

Sitio bonito en zona muy chula de la ciudad. Fuimos para cenar entre semana y pedimos: Croquetas de pato y manzana: poco sabor. Faltaba sal (y pato) pero se dejaban comer. Anchoas con mantequilla de salvia: lo mejor de la cena, buenas elaboraciones, la tostada dulce daba un buen contraste y la anchoa era de calidad. Lamentablemente fueron dos bocados. Bikini trufado: no se puede cobrar 9'5€ por un sandwich con productos de supermercado por mucho que ralles algo de trufa (poca) por encima. Echamos en falta un pan o un fiambre de calidad, un queso que rompa un poco (ahumado, herbáceo, picante, lo que sea) o incluso una presentación más sugerente. O la trufa integrada en una salsa ligera que aporte algo de textura. Algo que justifique el precio, porque faltaba producto y cocina. Terrina de carrillera con coliflor y torreznos: la patata estaba ácida (la chica nos dijo que llevaba lima; ok, pero no funcionaba) la coliflor no se notaba y la hierbabuena, que tampoco se nombraba en la carta, no encajaba en absoluto con el conjunto. La guinda del pastel: los "torreznos" eran cortezas de bolsa. 21€, el plato más caro de la carta. Sabores inconexos para un plato mal descrito, mal ejecutado y muy decepcionante por su precio. //La hierbabuena y la lima podrían funcionar con una salsa más láctea y otro tipo de carne, tal vez cordero// Se lo comentamos a la camarera, se disculpó e invitó a dos de las cuatro bebidas, lo cual fue de agradecer. Con todo, la cuenta más cara en cuatro días de mucho restaurante y muy buena comida. Hemos venido muchas veces a Galicia y nos suele pasar lo mismo: es fácil acertar en restaurantes de comida tradicional pero complicado encontrar lugares con una propuesta arriesgada y satisfactoria. Al menos, por precios que no sean prohibitivos.