L'Atelier en La Taha

20/04/2024: ¡Este restaurante es un excelente descubrimiento y bien vale la pena visitarlo! La cocina (tanto los platos como los postres) es refinada, sabrosa y original. El entorno, la decoración y el ambiente son acogedores y cálidos. El chef es sonriente, apasionado y atento. ¡Pasamos una velada maravillosa allí y regresaríamos con los ojos cerrados!

08/04/2024: Precioso jardín con excelentes vistas. Además cuenta con un coqueto salón en donde se ubican la barra y unas cuantas mesas. En el exterior dispone de una barbacoa en la que preparan, a fuego lento, distintos tipos de carnes y, de pescado, un excelente bacalao o una parrillada más completa avisando con antelación. Lo mejor de todo es el punto que le da Trani a todas sus elaboraciones. Se adivina una gran experiencia y un excelente gusto. Es el lugar idóneo para disfrutar de platos preparados de una forma distinta a lo que es habitual por la zona. La pena es que hice pocas fotos a los platos y la verdad es que fue un fallo, pues estaban muy sugerentemente presentados. La atención por parte de Trani fue excelente, muy cercana y aconsejándonos en todo momento. Hasta el vino, ecológico y de la zona, estaba muy bueno. Vino joven y afrutado, sin grandes pretensiones. Tuvo que hacer las veces de camarero, pues el día que fuimos, no pudo acompañarle la camarera por un problema personal. Es un restaurante con trato familiar y con un aforo muy limitado, así que imprescindible reservar. La carta es reducida y lo mejor es dejarse aconsejar para que la comida se ajuste a la disponibilidad de productos y optimizar el tiempo de espera pues, al ser los asados a baja temperatura, Trani ya tiene en curso la barbacoa cuando llegas. Todo lo que pedimos (éramos un grupo de nueve comensales) nos encantó: magret de pato con frutas del bosque, solomillo de cerdo al estilo alpujarreño, wok de verduras con arroz, chorizo y morcilla laminados a la barbacoa, rissoto, patatas a lo pobre, lomo de bacalao a la barbacoa, etc. Hasta la tapita de bienvenida con la primera consumición era una cazuelita muy bien elaborada. Y los postres muy originales y buenos: kefir, un hojaldre con chocolate picante y la tarta de higos y almendras monumental. Lugar muy recomendable, al que volveremos sin lugar a dudas.