Las Vigas (H. Real Monasterio San Zoilo) en Carrión de los Condes

Muy buen lugar para refrescarse a mitad del camino.

Maravillosa parada en un lugar que invita al descanso y al recogimiento, la pena es cuando llegas a desayunar y te encuentras de música ambiental una radio con excesivo alto volumen y casi música de discoteca que hace que se pierda el encanto del lugar

Es un sitio precioso, tanto el monasterio como el pueblo. Es un lugar ideal para desconectar, el pueblo es pequeño, por lo que no hay mucha gente, pero es perfecto para perderte por sus calles andando y visitando lugares. Tiene muchísimas rutas para los amantes de la naturaleza, también un río enorme en el que te puedes sentar cerca en un pequeño parque. El hotel tiene una pequeña pradera perfecta para tumbarte a leer, incluso a hacer un picnic. Todo el hotel es precioso, tanto la arquitectura como los decorados. El alojamiento incluye una visita al monasterio gratis. Tiene un pequeño gimnasio con un par de máquinas, un bar cafetería con un par de opciones de picar, pero perfecto para tomar algo, el desayuno es tipo buffet bastante variado. Las habitaciones son espaciosas con baños bastante amplios. Esta bien adaptada para personas mayores o de movilidad reducida. La ubicación es perfecta, pues está en la propia entrada del pueblo, además cerca tiene varios sitios de interés turístico.

Solo he consultado la información que tenía desde hace mucho. Ha cambiado y tendremos que ir a hacer una visita. 👌

Un lugar con encanto!! Buena atencion , el personal encantador Limpieza , silencio y tranquilidad Un placer repetir en este hotel merece la vena visitar todo el edificio Una maravilla !!!!

Todo estaba a kilómetros de distancia de la humanidad, pero era totalmente impresionante, se lo recomendaría a cualquiera.

Hermoso lugar, ubicado alejado de los lugares más populares de la ruta lo que lo hace ideal para un retiro. El restaurante era maravilloso, la comida deliciosa.

Es un hotel muy bonito, está en un edificio histórico bien conservado, por poner un pero, la habitación es un poco pequeña, la atención de todo el personal es muy bueno. Es totalmente recomendable

Estuvimos en la parte restaurante. La comida aceptable, las raciones bastante dispares de cantidad (hubo personas que comieron muchísimo y otras que se quedaron con hambre). El comedor precioso y el servicio genial. El monasterio muy bonito de ver.

Precioso Monasterio que es casi un museo en sí, especialmente por el claustro y el edificio. Las habitaciones tienen un toque clásico muy acorde con el lugar. Ahora van los peros, quizás para un cuatro estrellas, y el precio medio de la noche, sobre los 100€, me parece que el desayuno se queda corto en cantidad y calidad.