04/05/2025: En el número 26 de la calle Real, en pleno centro de Castilleja de la Cuesta, se encuentra Casa Abelardo, un establecimiento con casi un siglo de historia que sigue siendo un pilar de la vida local y un tesoro gastronómico del Aljarafe sevillano. Leo en Cosas de Comé que el local fue fundado en 1927 por Abelardo Pinto Villadiego como una sencilla taberna de vinos, el local tomó un nuevo impulso en 1932, cuando Abelardo, agraciado con la lotería, trasladó su negocio al actual inmueble. Desde entonces, ha sido testigo de la evolución del pueblo, conservando siempre su esencia.
Con el paso del tiempo, fue Felipe Cabrera —familiar de Abelardo e hijo de panadera— quien introdujo los desayunos, ampliando así la propuesta culinaria del bar. Hoy en día, el negocio está en manos de Juan Antonio Cabrera y su esposa Inmaculada Merino, que han sabido mantener la autenticidad de Casa Abelardo sin renunciar a pequeños toques de renovación, sobre todo en cocina.
La disposición del local es la clásica de un bar del Aljarafe con una barra amplia con mesas, un agradable patio interior cubierto decorado con algunos azulejos’ jaulas con canarios y macetas, lo que rezuma carácter y tradición, y algunas mesas en la propia calle Real. Es en ese patio, con cierta animación sonora propia de su ambiente popular, donde nos sentamos a disfrutar de un almuerzo tan castizo como sabroso.
Comenzamos con una tapa de solomillo al whisky, jugosa y con la salsa en su punto, perfecta para mojar pan. No en vano una de las camareras nos dijo ‘esto es de lo mejor que vais a probar en la vida’. Le siguió una media ración de revuelto de patatas con chorizo, rústico y contundente, ideal para los amantes de los sabores tradicionales aunque le hubiese gustado un corte más grueso en las patatas. La tapa de adobo mostró un rebozado ligero y un marinado bien equilibrado, buen tamaño para ser una tapa, mientras que el choco frito en media ración se sirvió crujiente y con buena materia prima.
Todo ello acompañado de un servicio rápido y cercano, propio de un bar que conoce bien a su clientela. Y la cuenta: veintisiete euros por todo el almuerzo, una relación calidad-precio bastante buena y apenas estuvimos esperando teniendo en cuenta que era domingo de puente y el local estaba lleno.
Casa Abelardo no sólo se sostiene sobre su historia, sino también sobre una propuesta gastronómica sencilla pero honesta. Desde los desayunos con carne mechá en salsa —una receta casera de Inmaculada— hasta los guisos del mediodía o los caracoles en temporada, es un lugar que ofrece más que comida: ofrece memoria viva del Aljarafe.
01/05/2025: Como siempre no me ha fallado comida estupenda, caroles y cabrillas insuperables de buenas, y ambiente agradable, Inma buena anfitriona y cocinera inmejorable, profesional al máximo, y q decir de nuestra camarera Aroa? Pues muy agradable y nos ha servido muy bien , enhorabuena a todos y hasta la próxima vez