Las Ánimas del Tiempo Restaurante en Guadalupe

Lo primero que nos llamó la atención fue el inmejorable trato telefónico cuando llamé para realizar la reserva, más que agradables y me informaron sobre todo lo que pregunté, sobre platos e intolerancias, con una amabilidad que se agradece mucho. Cuando llegas al restaurante te das cuenta de que todos son igual, simpáticos, amables y serviciales, te hacen sentir como en casa desde el primer minuto. Nos encantaron las explicaciones sobre los platos y sobre la historia del restaurante, logran un ambiente super acogedor que, tengo que decirlo, nos dejó con ganas de más aunque después pudimos hablar con Sofía y con Javier y son increíbles. Los platos de Sofía son deliciosos, pudimos probar las perlitas de Guadalupe, que eran deliciosos bombones de morcilla y queso de la zona, las migas impresionantemente bien elaboradas, de pan del pueblo, con su justa humedad y hasta con huevo frito, la ensalada de naranja, que está buenísima pero al mezclarla con las migas es un plato que ni imaginas, el secreto ibérico con una salsa de bellotas que está exquisito, es una locura, el tartar ibérico que casi nos peleamos entre nosotros por acabarlo, y de postre un dulce de la yaya que parece increíble que cosas tan sencillas combinen tan bien en la boca y esté tan rico, y la torrija que la hacen con pan del pueblo y la comimos acompañada de un helado de naranja que quita el sentío. El pan, el café natural y el chupito lo mismo, todo eso unido al trato de los dos, la música y la decoración se unen para tener una experiencia buenísima e inolvidable. Sólo añadir que volveremos cada vez que estemos por la zona, aunque tengamos que hacer más kilómetros, porque nos lo pasamos en grande y comimos como reyes. Felicidades por ese merecido Solete, pero deciros que los verdaderos soletes del restaurante sois vosotros, todo el equipo. 1.000% RECOMENDADO

¡Y una quinta visita! Chicos, cada vez mejor, sois lo mejor de lo mejor, ¡FELICIDADES! Y gracias por esa comida espectacular y ese trato tan difícil de encontrar en estos tiempos. 👏👏👏👏👏👏👏👏 Cuarta visita y chicos, felicidades, os superais día a día. Esta vez de platos de autor, las perlitas de escándalo, el tartar impresionante y la salsa de bellotas increíble, todo de 20 sobre 10. Y no digamos los postres caseros, esta vez sorbete de frutas naturales que además de refrescante estaba riquísimo, y el dulce de la yaya María Jesús que nunca defrauda. Nos vemos pronto con la familia y con mi grupo de moteros, que tienen muchas ganas de hacer esta pasada de ruta y conoceros. Un abrazo de oso para todo el equipo 👏👏👏👏👏 --- Tercera visita y como siempre todo genial. Menú económico y casero, carta deliciosa y a muy buen precio, atención exquisita y música de siempre. Cada vez que os visitamos es imposible no recordar nuestra niñez, sois únicos. Gracias por el detalle a mi peque. Y felicidades por ese muy merecido solete de Repsol, merecéis mucho más. Hasta pronto.

La primera visita a este restaurante y resultó ser un poco decepcionante a pesar de las buenas reseñas. Nos dejamos llevar por ellas y la verdad es que nos equivocamos. En cuanto a la comida, bastante pobre. Platos típicos extremeños, como las migas resultaron ser especialmente decepcionantes. La comida era casera pero normalucha tirando a malilla. La atención en sala fue buena, con una camarera muy agradable, pero otro había otro señor, no sé si es el dueño, que intentaba ser simpático y terminaba siendo un poco pesado. Solo queríamos comer y marcharnos pronto y este señor nos dio un speech en toda regla. Eso estropeó también la experiencia.

Magnífico lugar para comer en.Guadalupe.

Sitio con encanto muy buen servicio amabilidad y comida riquísima con solete de la guia repsol se recomienda hacer reserva porque cierran el comedor para los comensales

Un sitio maravilloso, el secreto con la salsa de bellotas exquisita y el chupito inmejorable, si alguna vez volvemos por la zona repetiremos sin duda.

Atienden muy bien, la comida es casera y fresca, los platos no son pesados y tienen menu por 16,50€, cuando fuimos la ensalada y el helado eran solo de naranja, un poco flojo en variedad, pero bien. El postre de la yaya, era rico pero le faltaba un poco de dulzor, era casi neutro, pero rico. Los camareros majisimos. El local esta un poco anticuado pero pega con el entorno. Los platos son caseros y ricos, se nota que le ponen cariño a la cocina.

Restaurante muy recomendable, entramos a cenar de casualidad y su comida nos enamoró. Al día siguiente a medio día volvimos a repetir y la atención y la comida fue espectacular. De la carta probamos bastante platos y no podríamos quedarnos con uno: crema de pimientos asados, sopa de pan de pueblo, revuelto de espárragos, croquetas, secreto en salsa de bellotas,…espectacular. Siempre tendremos una excusa para volver a Guadalupe y visitar a Javier y Sofía, un encanto de personas.

No puedo describir la comida pero fueron bastante secos hablando cuando pregunté si había disponibilidad

Fue un acierto decantarnos para almorzar aquí. Desde que entramos hasta que salimos nos sentimos en familia. La comida típica de la tierra y casera estaba deliciosa a muy buen precio . Acudimos con nuestras perritas Nina y Laika,estuvieron pendientes en todo momento que estuvieran bien ,ofreciéndoles agua,jamón York y chuches. Totalmente recomendable