Lalola de Javi Abascal en Sevilla

Todo fantástico, servicio, nos pusieron en un saloncito reservado q hizo la experiencia muy buena. Por supuesto, la comida de nivelazo

Una experiencia completamente agradable. Platos muy buenos en un marco incomparable. Y sobre todo el trato exquisito del personal. A ellos les pondría 6 estrellas.

Recientemente tuve la oportunidad de disfrutar del menú degustación en LaLola, un establecimiento que promete una experiencia culinaria digna de su estatus Michelin. Sin embargo, lamentablemente, la realidad no estuvo a la altura de las expectativas. Los platos, aunque presentados con esmero, carecían de la profundidad de sabor que se esperaría en un restaurante de esta categoría. Cada bocado, en lugar de ser una revelación, parecía más bien una repetición de ideas sin el carácter distintivo que se anhela en la alta gastronomía. Por ejemplo, los 3 platos post el consomé, eran visualmente atractivos, pero no lograba comunicar la complejidad que se esperaba, dejando una sensación de vacío en el paladar. El precio del menú es razonable en comparación con otras experiencias Michelin, pero es difícil no pensar en otros restaurantes que ofrecen mucho más por menos. La presentación de los platos es impecable, pero el verdadero arte culinario va más allá de la estética; se trata de crear un viaje sensorial que, en este caso, se quedó corto. El servicio, aunque atento, no logró compensar la falta de conexión entre los sabores. Se nota un esfuerzo por parte del equipo, pero la falta de coherencia en el menú y la falta de un hilo conductor en la experiencia general dejaron una impresión agridulce. En resumen, La Lola tiene potencial, pero necesita refinamiento para alcanzar las alturas que su nombre sugiere. Para aquellos que buscan una experiencia verdaderamente memorable, tal vez sea mejor explorar otras opciones dentro del mundo Michelin.

Ya haciendo calor de noche haría falta, al tener tan buenas vistas mas contacto co la calle que huela a exterior el servicio muy bueno y amable

Muy buen descubrimiento. El entorno es muy agradable, el servicio TOP y los platos excelentes!! Un BIB gourmet de la guía Michelin para visitar sin falta el barrio detrás de la Alameda de Hércules

Muy buena experiencia. Sitio, atención y por supuesto una comida elaborada con mucho cariño y cabeza

Estás sentado esencialmente en lo que se siente como un lobby de hotel, y para mí, eso continúa en términos de servicio y comida: es perfectamente agradable, pero carece de personalidad o amor. La comida no es mala para la imaginación -simplemente se siente como si los chefs estuvieran cocinando por números- trabajando a través de una lista para asegurar que las casillas estén marcadas, en lugar de demostrar cualquier personalidad o amor por los productos que están cocinando.

Nos sorprendió para bien. Lugar acogedor, amplio y muy luminoso, con buena separación entre mesas. Personal muy amable y atento. Pedimos por carta, no el menú degustación. Entrantes muy ricos, recomiendo tartar de solomillo al whisky (es un steak tartar con toque de salsa al whisky, muy rico por que conserva el sabor del tartar) y ensaladilla con un huevo frito. Nos gustó también el arroz de temporada (es contundente el sabor así que creo que mejor para compartir) y acabamos con el solomillo al estilo de lalola. Muy recomendable en general, repetiremos.

Servicio de alto nivel y un entorno muy agradable. En mi opinión a la carta le faltan más opciones en los diferentes capítulos. El precio de los platos principales me parece que ha subido respecto a mi última visita sin una correspondencia con subida en calidad o cantidad

Il servizio un po’ lento, menù degustazione con porzioni veramente piccole. La location è praticamente la hall di un albergo