La Tunera en Telde

Fui un día entre semana a comer. Mejor reservar porque el sitio no es muy grande y bastante concurrido. El trato del camarero muy amable y profesional! Tienen un menú de comida Canaria tradicional pero un toque inovador. Todo muy bueno. Precios razonable

La comida riquísima, el vino también y el servicio muy atento y amable!

Lugar muy agradable, acogedor e innovador con sus platos. Trato excelente y comida exquisita.Volveremos sin duda. También recalcar que son muy atentos con la gente con alergias. Un gran punto a favor.

La comida fue espectacular! Super original. El servicio fue brutal también, super amables y explicando todo super bien! Lo recomiendo muchísimo si quieres comida canaria con un giro sorpresa. Añadir que aqui he probado el mejor polvito uruguayo de la isla (y he probado muchos).

Sorprendente... Enhorabuena por la carta que tienen.

La comida riquísima, el vino también y el servicio muy atento y amable!

La comida muy buena, el espacio cómodo y acogedor. Excelente atención por parte de Nuno, nos recomendó platos exquisitos y en todo momento se mostró muy atento y agradable. Gracias Nuno! Volveremos a repetir!

Super recomendable!!! Merece la pena salirse de la ruta turística para cenar aquí, los filipinos de queso una delicia. Hecho todo con cariño y buen hacer, muy profesionales. Y de precio fenomenal! Volveremos 🤩!

Fuimos al pequeño pueblo de Telde en un intento de encontrar auténtica comida de las Islas Canarias. El restaurante La Tunera parecía prometedor, así que estábamos listos cuando abrieron a las 8 pm. Fuimos recibidos por Nuño, que resultó ser un camarero agradable y hábil. Él nos guió a través del menú, y nos hizo recomendaciones sobre cómo debemos preparar nuestra comida. Terminamos compartiendo una ración de pan, queso frito con mermelada de cactus, gofre de camote, tacos y jalado de cerdo canario. Todo fue como se esperaba y más. El pan fue servido con una fantástica mermelada de patata. El queso, que tenía forma de donuts, era suave y sabroso con la mermelada de cactus, y el gofre de batata se servía con ajoli y "salsa brava", y nos recordaba a una versión creativa y buena de las patatas bravas. En general, puede que no haya sido la auténtica comida que conseguimos, sino más bien un juego creativo y sabroso con los ingredientes locales. Esta fue una experiencia muy agradable, y con una factura de alrededor de 60 euros diría que es un lugar que realmente da relación calidad-precio.

Desde la atención al cliente como la calidad y elaboración en los platos se merecen un 10/10. Volveremos de nuevo para seguir probando la carta.