La Traserilla en Palencia

Una comida muy buena y agradable, el personal muy amable, sobre todo el camarero que nos atendió (lamento no recordar el nombre para agradecerle por aqui tambien) y además muy cerca del aparcamiento disuasorio de estación pequeña (0.20€ pagamos). Comimos carrilleras, croquetas y chuletillas (ya era un poco tarde y no quedaba paletilla, así que habrá que volver) y no es exageración decir que estaba todo muy bueno; croquetas muy suaves (y grandes, las pidió uno de los niños y sobraron para compartir con el resto), las chuletillas muy bien, pero especialmente las carrilleras, de las mejores que he podido probar y (casi que) me alegro de que no hubiera paletilla para poder probarlas. De postre tomamos la tarta de yema y el brownie (sabe a chocolate de verdad, ojo para quien espere un chocolate industrial y dulzón que no van por ahí los tiros) y estaban muy ricos también. El local muy acogedor y con buen ambiente, los servicios perfectamente limpios, y el personal como ya he dicho inmejorable. Como ya he dicho, volveremos cuando pasemos por Palencia, sin ningún género de dudas.

Como siempre, un lugar acogedor y muy profesional, gran calidad en sus platos, solo sería deseable un camarero llamado Cristóbal fuera algo más agradable.

Local muy agradable tanto para tomar algo, dentro o fuera, como para comer. La terraza cubierta es muy amplica, con techos muy altos, y decorada con mucho estilo. Las mesas están a una distancia decente de unas a otras por lo que no hay sensación de agobio. Te ponen tapa de cortesía con la cosumición, muy de agradecer, en nuestro caso arroz y he de decir que estaba bueno. La parte interior cuenta con comedor, zona de tomar algo completamente diferenciado y expositor donde se pueden apreciar las carnes con las que cocinan. El ambiente es elegante y bueno. Hay carta de barra y de comedor, y la minihambruguesa que nos pedimos estaba bien, aunque no epectacular. En cuanto al servicio el camarero fue rápido y eficiente, nos supo responder sin problema nuestras preguntas. En resumen, muy recomendable, volveremos.

Local muy agradable tanto para tomar algo, dentro o fuera, como para comer. La terraza cubierta es muy amplica, con techos muy altos, y decorada con mucho estilo. Las mesas están a una distancia decente de unas a otras por lo que no hay sensación de agobio. Te ponen tapa de cortesía con la cosumición, muy de agradecer, en nuestro caso arroz y he de decir que estaba bueno. La parte interior cuenta con comedor, zona de tomar algo completamente diferenciado y expositor donde se pueden apreciar las carnes con las que cocinan. El ambiente es elegante y bueno. Hay carta de barra y de comedor, y la minihambruguesa que nos pedimos estaba bien, aunque no epectacular. En cuanto al servicio el camarero fue rápido y eficiente, nos supo responder sin problema nuestras preguntas. En resumen, muy recomendable, volveremos.

Estuvimos allí como parte de la visita a las bodegas y fue todo un acierto, nos encantó.

Restaurante con ambiente acogedor bonito y comida estupenda recomendable 100%

La atención sin igual y la comida una maravilla, carne de primera calidad. 100% recomendable.

Un trato excelente por parte del personal y del dueño, tanto en la barra como en el comedor. Croquetas de jamón ibérico, lomitos de anchoa del cantábrico, crema de manzana y vinagreta de tomate, paletilla de lechazo asado y tarta de yema tostada. Buena relación calidad-precio. Para repetir.

Sitio ideal para comer a base de raciones con muy buen ambiente y buena atencio

Magnífica cocina tradicional, menestra espectacular y lechazo impecable, en su punto. Carta de vinos reducida pero suficiente y servicio eficiente, rápido pero sin agobiar. Visita imprescindible.