La Tabla en Gijón

Después de casarnos, la siguiente mejor decisión fue visitar La Tabla, y hablar de todo con David. Todo facilidades, desde la primera charla haciendo un hueco en domingo antes de nuestro viaje de vuelta a casa. Tras eso, emails, llamadas y chats hasta crear para nosotros algo que no vamos a olvidar. Ni nosotros, ni nuestra hija, ni todos los invitados que nos trasladaban su felicitación por el lugar, la comida y el servicio. Gracias Chus y todo el personal por vuestra paciencia y disponibilidad el día de nuestra boda. Enhorabuena a todo el equipo que formáis La Tabla.

Es maravillosos tanto el sitio, el ambiente, la delicadeza y la exclusividad

Maravilloso sitio 😍 me ha encantado todo 🤩 muy recomendable y se come de lujo, todo riquísimo.

No es lo que me esperaba. Hace un año aproximadamente era un restaurante bastante frecuentado, donde se comía muy bien por unos 40 euros por persona. Ahora es un restaurante de alta cocina, con comida muy elaborada (y rica), pero solo con menú degustación, casi siempre vacío y 3 camareros para una mesa, que te sirven la bebida y tampoco dejan mucha intimidad. 100 euros por persona. Creo que aspiran a convertirse exclusivamente en un restaurante para eventos.

Un sitio precioso,la comida buenisima y un ambiente muy relajante rodeado de naturaleza.Recomendable cien por cien

Impresionante es la primera palabra que me viene a la mente al pensar en cómo hemos comido, el espacio es realmente bonito, un oasis en medio del campo. Materia prima top cocinada con sabiduría. El trato maravilloso, profesionalidad y simpatía. La carta de vino? sería más correcto llamarle “el libro” del vino, imposible no encontrar lo que te guste, de lo mejorcito que he visto. Deseando volver y volver y volver

Fecha de la visita: Abril de 2025 Es un restaurante de comida de alta cocina, por lo que es ideal para situaciones especiales esporádicamente como en nuestro caso: 80 cumpleaños de mi abuela materna. La comida hasta el plato principal es un poco escasa , pero al pedir varios entrantes en el menú te vas llenando poco a poco. Lo que no me gustó es que las entrantes te lo ponen de manera individual y escasas cantidades. Si el entrante que pidió la otra persona no te gusta, te lo ponen. El plato principal que en mi caso fue solomillo si era más contundente. El solomillo estaba buenísimo De postre que también es abundante mouse de chocolate con helado de mandarina Ahora bien como puntos flojos: El agua y el vino pasaban sirviendo cuando se te acaban. En mi caso tuve que especificar que no quería vino para que no me echarán. Yo prefiero poner las botellas encima de la mesa e ir sirviéndonos como la mayoría de restaurantes. También te recogen la trenca por lo que si tienes algo en los bolsillos que necesites te toca pedirla y esperar. Los precios son altos especialmente en el vino, que fue lo que más infló la factura, cuando esa botella de vino es bastante más barata en precio de mercado. Pagamos a 100€ por persona y éramos 6. Ambiente en mi opinión demasiado de alto standing, por lo que me sentía algo incómodo

He estado allí para una boda y, sinceramente, es una experiencia que deseo repetir. La comida excelente, los camareros muy majos hasta el punto de que hablan y socializan con todos, hasta con los pequeños; y el ambiente muy bueno. Lo recomiendo enormemente

Escondido del camino, este era un lugar muy agradable, en un pequeño patio junto al mar. El bar cercano era animado con español 20 algos se lo pasan muy bien con música en vivo tan añadido al ambiente - una pequeña porción de España que normalmente no se consigue en Lanzarote. Las tapas eran buenas - las gambas al ajo eran preciosas (pero siempre tienden a ser en Lanzarote! ) buenas porciones también. En general vale la pena una visita y el personal era amable también.

Restaurante espectacular, ideal para una celebración especial, mimo es sus platos, trato cuidado y familiar en un entorno inigualable; bodega top mundial con el asesoramiento de David, que vive con pasión el mundo del vino.