La Taberna en Tresviso

Tuvimos una visita maravillosa a la Taberna de Tresviso. Aunque está un poco apartada, ¡mereció la pena el viaje! El paisaje fue de los más bonitos que vimos durante todo el trayecto. Pero lo mejor fue alojarnos en este encantador establecimiento familiar. Nuestra habitación era muy cómoda, con unas vistas increíbles, y tanto la cena como el desayuno fueron excepcionales. Los anfitriones se han esmerado en que todos se sientan bienvenidos y atendidos.

Ya hemos comido varias veces en esta taberna, que otras veces nos ha atendido Javier, pero hoy estaba en la quesería. Ya no hemos preguntado si su primo es el que lleva ahora la taberna. El Queso picón de Javier Campo, excelente, al igual que el cocido y el cordero guisado. El arroz con leche, pasado y seco. Les he dicho que soy un profesional comiendo arroz con leche, y es la primera vez en mi vida, que no me lo he comido todo. Me ha ayudado otra persona, pero ha sobrado, no por la cantidad, sino porque es el peor arroz con leche que he tomado en mi vida y he tomado cientos o miles. El paisaje desde el comedor hacia la canal de Urdón es increible. No pongo cinco estrellas por el arroz con leche y no pongo menos estrellas por la atención de los trabajadores, que ha sido excelente, y porque por supuesto no nos cobraron el arroz con leche. De todas formas, cada vez que subamos a Tresviso, volveremos a tomar algo o a comer. Hemos vuelto un año después, por el queso de Javier Campo, las vistas y para darle otra oportunidad a la taberna. Si hubiera fallado, la próxima vez iriamos al otro restaurante, que no conocemos. El queso con un expositor mejor que el que tenia antes y con luces. Perfecto. Las vistas, igual que siempre. Fabulosas. La atención bien. El cachopo muy rico. El arroz con leche, como avisé antes de pedirlo a la camarera, me lo trajo, caliente de microondas. No sé el motivo. Siempre lo he tomado en todos los sitos (varios cientos), frio o del tiempo. Ya no quise preguntar el motivo de estar caliente. Las estrellas las dejo igual.

Lugar y servicio inmejorables! Trato exquisito!

Fantástica proximidad a experiencias naturales. Personal muy amable. Te aconsejan muy bien sobre qué excursiones hacer.

Estuvimos el domingo por la mañana y almorzamos embutidos,quesos y croquetas ,buenísim@s cualquiera de ellos . El paisaje es totalmente espectacular tanto del pueblo como del Valle de Sobra y un trato muy familiar. Sindudablemente volveremos con las motos .

La localización y el servicio son dignos de mencionar. Muy recomendable para dormir durante la época invernal en caso de que el refugio de Ándara esté cerrado.

Un lugar mágico, en un entorno espectacular, dirigido con profesionalidad por Aurelia y Alberto, además de una gran calidez y humanidad. Un valor agregado a todo lo bueno que tiene el lugar, son Mora y Chula.

Un lugar emblemático pero con cierta tendencia a servir la comida tirando a fría. Especialmente cuando te sirven un COCIDO MONTAÑÉS.

Buen sitio para tomar algo, habiente cordial ,no comimos pero tenía buena pinta

Hemos venido a descansar y a hacer alguna ruta de monte. El sitio es maravilloso! Esta ubicado en un sitio inmejorable con unas vistas espectaculares y una tranquilidad que no se puede pagar. Alberto y Aurelia son la atención personificada.Son atentos, amables y siempre pendientes de explicar el entorno y las actividades. La comida está buenisima. Sitio para repetir cada vez que se necesite desconectar del mundo y comer bien.