La Scala en Ibiza

Los nuevos propietarios están a la altura de las expectativas que Joachim y Beda les habían inculcado durante las últimas cuatro décadas. La comida fue de primera (carpaccio de gambas seguido de un maravilloso chuletón). El equipo de sala fue amable y servicial, y contribuyó a una velada evocadora y relajante en un rincón idílico del casco antiguo de Ibiza (Dalt Vila).

Visité La Scala por las excelentes recomendaciones de mi hermano, mi cuñada y mis padres. Parece que el restaurante cambió de dueño recientemente, ya que se veía un poco diferente a las fotos que me mostraron, pero sigue siendo un lugar precioso con un ambiente encantador y relajado. ¡Incluso tienen un perro muy dulce, del que nos enamoramos al instante! Los camareros fueron amables y atentos, aunque el servicio fue un poco relajado al final: no nos dieron la carta de postres (¿no sé si sirven postres?) y tuvimos que pedir la cuenta y la tarjeta después de una corta espera. No fue un gran problema, sobre todo si te gusta el ritmo más lento. De entrada, compartimos las vieiras, que estaban absolutamente deliciosas. De plato principal, pedimos pulpo; a mi amigo le encantó, pero a mí personalmente no me gustó mucho, ya que era más bien un guiso con patatas. Suelo preferir el pulpo a la plancha o a la barbacoa, así que es culpa mía por no preguntar más sobre el plato. No había barman la noche que fuimos, así que la carta de bebidas era bastante limitada, pero aun así nos prepararon un mojito delicioso a cada uno, que disfrutamos muchísimo. La Scala está escondido en una zona más tranquila y encantadora del casco antiguo de Ibiza, que recomiendo encarecidamente explorar. Si lo visitas, te recomiendo pedirle al personal que te explique los platos con detalle; ¡ahí fue donde me equivoqué un poco!

Espléndida ubicación, rodeado de tranquilidad y algo apartado del bullicio, ideal para una cena relajante. El ambiente es refinado pero acogedor, con una atmósfera cálida y atención al detalle. La cocina ofrece platos mediterráneos elaborados con ingredientes frescos y productos típicos de Ibiza, todos de excelente calidad. El servicio es atento, amable y familiar, capaz de hacerte sentir a gusto al instante. Excelente relación calidad-precio. ¡Totalmente recomendado!

Ayer cenamos con la familia, 4. Atención y sitio, perfecto. Calidad comida buena, pero precio excesivo por lo que ofrecen. Lo comentamos con la propiedad, siempre puede mejorarse. Sabemos que estamos en Ibiza y en Dalt Vila.

Curioso y tranquilísimo lugar fuera de todo el bullicio de Dalt Vila, cócteles inmejorables servidos con simpatía con algo de comer. A la carta le falta algo de comida vegetariana para ese 100%, pero da igual, el conjunto fue perfecto, buena música, servicio amable y atento, comida buena y precio dentro de los estándares "ibicencos". Recomendado si buscas tranquilidad.

Lugar mágico en pleno corazón de Ibiza, la zona de Dalt Vila. Nuevo equipo, nueva cocina, nueva carta y todo magnífico, un lugar para no perdérselo. Hemos estado cenando dos días y sin duda volveremos a repetir, Moisés y Daniel junto a todo su equipo han logrado hacer de este restaurante un lugar encantador. Felicidades 😘

Una cena perfecta en un rinconcito con encanto, en el corazón de Dalt Vila. Ambiente tranquilo y comida deliciosa preparada con mimo. Servicio impecable, pendientes y muy amables. Sin duda un sitio al que volveremos

Tuvimos una estancia corta para una fiesta privada en Ibiza. La Scala fue nuestro restaurante elegido para la segunda noche. Aquí todo es perfecto. El personal nos recibió muy calurosamente y con alegría. Notamos esta alegría en el trabajo durante toda la tarde y la noche. Platos estupendos, el carpacio de gambas era un sueño. Volveremos. Gracias por estos maravillosos recuerdos.

Una auténtica delicia culinaria. Súper amables, ambiente genial. Estuvimos encantados.

La Scala es, sin duda, uno de los mejores sitios locales que he visitado. La terraza es perfecta: espaciosa, cómoda y lo suficientemente escondida como para crear un ambiente auténtico e íntimo. Te sientes como si hubieras descubierto un pequeño rincón secreto que solo los locales conocen. Los cócteles son de primera, elaborados con esmero y creatividad. Además, el personal y los camareros fueron increíbles: amables, atentos y genuinamente acogedores, lo que hizo la experiencia aún mejor. En cuanto a la comida, no decepcionó. Todo lo que probamos era fresco, sabroso y con una presentación impecable. Si estás por la zona, La Scala es una visita obligada. Ya sea para tomar algo o disfrutar de una comida completa, te irás ya planeando tu próxima visita.