La Posada Real del Pinar en Pozal de Gallinas

Celebramos nuestra boda allí y sólo podemos decir que ¡¡mil gracias por todo!! Reservamos la posada al completo y pasamos un fin de semana espectacular. Todos los invitados nos dijeron que las habitaciones estaban super bien y que habían dormido de lujo. El servicio super amable y dispuesto en todo momento y quiero hacer mención especial a Iván por su amabilidad, profesionalidad y disposición. Estuvo atento a todas nuestras necesidades y nos resolvió todas y cada una de nuestras peticiones ¡Muchas gracias por todo! En resumen, un lugar en el cual puedes descansar y desconectar rodeado de naturaleza y tranquilidad. Un saludo.

Buena calidad-precio, atención y servicio de 10. Lugar perfecto para organizar bodas, comuniones y todo tipo de eventos. Destacable la naturaleza que rodea al sitio, alejado de la ciudad.

La posada se encuentra en un lugar idílico y tranquilo,rodeado de un inmenso pinar.Es un excelente lugar para hacer una escapada de fin de semana.El personal que trabaja allí es muy profesional y muy amable.Sin duda,recomiendo este lugar.

Magnífico lugar para pasar unos días de descanso en plena naturaleza. Amabilidad, excelente atención por parte del personal y de Marina, su propietaria. Muy recomendable.

Calidad precio excepcional. Hemos ido dos veces, y estamos muy contentos con nuestra estancia. Todo el personal del hotel es muy amable.Hicimos uso de desayunos y cenas, y todo buenísimo. Las habitaciones muy bien equipadas, y con todas las comodidades. El hotel es muy bonito, pero además, las vistas fuera de él son preciosas. Es un gran lugar para irte un fin de semana y desconectar de todo. Repetiremos seguro

Un lugar precioso al que no le falta detalle.

El servicio del restaurante estuvo muy bueno.

Es un sitio espectacular con buen entorno, el personal nos ha tratado como familia y la casa es preciosa.

Hemos tenido una buena estancia, gracias por el trato y la hospitalidad.

He vuelto a pasar unos días en este establecimiento, La Posada del Pinar, donde otras veces encontré el modo de ponerme en paz conmigo mismo a través de la tranquilidad que se respira en este lugar apartado del guirigay que se respira éstos tiempos en nuestra España. Y a fe que lo he conseguido y vuelvo a casa con el firme propósito de no faltar tanto tiempo a la cita con la llanura castellana, pues allí se siente uno querido, primero por la naturaleza que se muestra plena y acogedora en su sobria sencillez y luego por un servicio que está atento a todo sin que en ningún momento te puedas sentir agobiado, todo ello dirigido con buen pulso por sus propietarios. No cito las posibilidades turísticas que ofrecen las dos poblaciones cercanas, Olmedo y Medina dl Campo, porque ya sólo sus nombres hablan por ellas. Recomendable cien x cien.