La osada muy confortable los exteriores preciosos y la comida muy buena .lo mejor el personal muy educados muy atentos y dispuestos siempre a resolver cualquier peticion
Llegar a esta posada de cuatro estrellas tienes que ganártelo a pulso a través de un camino de tierra en mal estado.Pero una vez llegas te das cuenta que estás en un lugar muy especial.Ubicada en el solar de una hacienda del S XV es una pasada.Está rehabilitada con buen gusto respetando el ambiente histórico que la vio nacer. El exterior es una enorme finca de pinar mediterráneo. Un sitio especial donde reina la tranquilidad, eso si, si no hay una celebración ese día. Normalmente bodas.
Las habitaciones están muy bien. Lo malo no hay agua potable. Camas cómodas. El trato del personal sin más incluso borde por parte de la mujer q nos atendió en recepción y La mujer que estaba encargada del desayuno con poca atención , sin zumo y sin tostadas mucho tiempo. El enclave bonito y tranquilo. El desayuno deja mucho que desear. Simplón.
Una estancia tranquila y bonita en medio del campo. Había una pequeña convención y nos cambiaron la habitación por una doble con terraza para estar tranquilos, sin ningún coste adicional. Un detalle la verdad. Cenamos un picoteo, las croquetas caseras buenisimas. Super acogedor y atentos, 100% recomendable.