La Pinyareda en Agullana

Invitados por nuestros amigos para un cumpleaños, nos presentaron este restaurante donde los platillos son deliciosos y frescos, el lado del jardín tiene un ambiente muy agradable, pudimos conocer a Isabel, la gerente súper amable con una sonrisa muy brillante, la pasamos muy, muy bien allí con nuestros amigos.

Una joya escondida que encontramos durante un viaje. Comida absolutamente increíble. ¡Merece la pena visitarla!

El dueño del restaurante habla un francés excelente, gracias. ¡Excelente comida de principio a fin! Servicio impecable, baños impecables, y a solo 4 km de La Jonquera, ¡vale la pena el desvío! Comimos y disfrutamos de ensalada de piñareda, anchoas, bacalao y garbanzos al horno, y paletilla de cordero al horno con helado y crema catalana, todo con una presentación exquisita. No se arrepentirán.

100% recomendable!!!! No dejéis de ir a este restaurante donde la cocina de tradición es arte en las manos de la cocina Quim y dulzura de Isabel.

Cocina tradicional catalana, generosa y sabrosa, en un ambiente que armoniza con un servicio muy agradable. Un restaurante recomendable para una deliciosa comida en familia o con amigos.

En el último número de la revista Alberes, por cierta publicación muy interesante, tuve conocimiento del restaurante La Pinyareda en Agullana (en el dossier “De padres a hijos”). Me llamó la atención la historia del restaurante y el tipo de cocina que propone. Agullana es un pueblo muy cercano a La Jonquera, con edificaciones antiguas notables. La Pinyareda se encuentra en una zona de construcciones nuevas, en los bajos de una vivienda. La sala, atendida por Isabel con profesionalidad y simpatía, dispone de mesas bien paradas con una decoración de ambiente afrancesado. Es difícil escoger entre las diferentes propuestas de una carta amplia y atractiva. En esta ocasión, al ser 4 comensales, seleccionamos diferentes opciones, lo que permitió confirmar la calidad y la generosidad de los platos servidos en la mesa. Los primeros, unas anchoas de L'Escala con escalivada, el foie gras mi-cocido y el crepe de verduras con queso de cabra, excelentes. Los segundos, unas costillas de cordero, lengua de ternera y bacalao "La Pinyareda". Los tres muy buenos, especialmente el bacalao. El postre (aún nos quedaba un rinconcito) una crema catalana y un flan, ambos caseros y unos tapones de Cadaqués con chocolate. Pese al desplazamiento, ir es recomendable por una propuesta culinaria familiar de calidad, con platos de chup-chup, raciones generosas y precios contenidos.

Aunque esperamos un poco, valió la pena porque la comida estaba deliciosa y hasta los baños estaban súper limpios.

Perfecto!! Todo buenísimo y buen trato.

Gran descubrimiento, todo es perfecto, cocina, servicio y limpieza, pequeño restaurante para recomendar.

Platos tradicionales de la comida empordanesa con muy buena calidad. Volveré ¡!