La Parata en Mojácar

Un gran hallazgo. Los platos están muy ricos con matices muy diferentes a la cocina tradicional española. Muy buen servicio, sin atosigar, sin esperas. Muy recomendable.

Espectacular, para repetir 100% 🥰🥰

No podría haber sido mejor, posiblemente si pudiéramos comer más. Definitivamente vale la pena la visita, volveremos.

Sitio excelente. Trato super amable. Y un menú un poco corto, pero exquisito y con excelente relación calidad precio. La cocina cierra a las 15:00. Para repetir y para llevar a quien quieras. Siempre acertarás.

Ubicado en una zona encantadora, lo recomendaría, nuestra primera visita para almorzar definitivamente volvería

Muy agradable sorpresa, entorno muy bonito, lugar mágico con muy buena cocina además de bienvenida.

Precio excesivo si te sales del menú. La comida era de calidad.

Restaurante absolutamente impresionante escondido en las colinas de La Parata. He comido aquí varias veces, siempre lo recomiendo y traigo amigos aquí. Consistentemente bueno con el mejor servicio al cliente de cualquier restaurante. Te sientes como en casa cuando entras

Hemos tenido algunos grandes almuerzos en la zona y esto fue lo mejor. La ubicación es encantadora en la colina detrás de Mojácar y bien vale la pena el viaje en coche y aparcamiento desafiante. Sentarse fuera bajo el olivo era el escenario perfecto para el menú de 20 euros, aunque elegimos las vieiras y el bacalao de coste adicional, que como el atún incluido eran de primera clase. El vino de la casa y los postres eran excelentes también, al igual que el servicio. Louisa y su equipo hicieron un gran trabajo.

Lamentablemente la comida en esta zona deja mucho que desear. No se trata de materias primas que desde el mar, la tierra y los politúneles son excelentes. No, quizás es la cantidad de turistas que aceptan la comida anglo española, barata y preparada descuidadamente. Hemos experimentado esto con platos abrumadores a precios fuertes, (cordero en Mymmar en Bedar excepto) no aquí. Esto es un oasis. Esposo del chef, esposa frente a la casa y un camarero maravilloso comienzan su experiencia. Hermosa ubicación con una gran terraza iluminada por el sol con vistas a una piscina con casas repartidas por ahí. La comida. Magnífico. Una croqueta servida con una bisquetilla, y pato con especias asiáticas nos inició - compartimos! Luego lomo de bacalao, y un fabuloso pastel de pollo coronación - ligeramente incongruente pero delicioso. Verduras bien cocidas y pan y alios excelentes. En resumen una gran comida en un entorno precioso, ¡oh y a 60€ para dos con bebidas de gran relación calidad-precio para arrancar!