La Nueva Casa Vieja en San Bartolomé de Tirajana

05/12/2025: Nos alojamos una semana entre finales de noviembre y principios de diciembre. Si te gusta subir escaleras, este hotel es ideal para ti, ya que uno de los dos ascensores se rompe a diario. Sin embargo, para conseguir el único ascensor que funciona, ¡tienes que correr con todos esos mayores para que suban al primer piso! No te confundas, te van a atropellar para robarte el sitio en la cola, pero en cuanto llega el momento de salir del ascensor, tardan entre dos y cinco días laborables. La comida estuvo buena el primer día. Teníamos todo incluido. Después del primer día, por desgracia, bajó muchísimo. El arroz no estaba bien cocido y ni hablar de la hamburguesa. No pidas una hamburguesa en el snack bar, esa carne viene directamente del laboratorio de Resident Evil. Si buscas sentido común y buen comportamiento, tardarás un buen rato. Esos mayores no tienen respeto. Te sacan a empujones de la cola, corren delante de ti en el buffet como si la muerte los persiguiera. Si crees que a estos huéspedes solo les falta comprender el ambiente, también es cierto que no leen bien las señales, por ejemplo, en la estación de agua y jugos. Dice claramente que no llenen sus botellas que gotean saliva, pero supongo que a todos les encanta compartir líquidos. El personal se esfuerza al máximo, pero después de ver cómo los tratan estas personas mayores, es comprensible que les dé miedo ir a trabajar todos los días. Si necesitas efectivo, evita ese cajero automático por todos los medios. Funcionó mal y se tragó la tarjeta de crédito de mi padre, y lo único que recibimos del hotel fue una reprimenda porque supongo que no hay ningún técnico en toda la isla. En general, el hotel estuvo bien y la mayoría de las molestias fueron causadas por otros huéspedes, ya que el personal no les corrigió nada. Aun así, lo pasamos bien y se nota que todos están simplemente cansados ​​del comportamiento de algunos, lo cual es lamentable.

01/12/2025: Mi primera experiencia a sido fabulosa, la habitacion que teniamos, no nos gustaba por las vistas y al comentarlo en la recepcion, un señor que estaba junto a nosotros, directamente le dijo a la recepcionista que mirase el cambio, resulto ser el director. La comida a sido muy buena, por no hablar de los postres y una señora Argentina que esta en el quiosco de la piscina haciendonos unas haburguesas de vicio. Lo malo. Una situacion demasiado tranquila para un juerguista como yo, afortunadamente tanto los taxis como las guaguas son baratos y te llevan a cualquier punto de la Isla. Con mucho gusto repetire experiencia