La Nova Vinya en Pineda de Mar

Lugar donde no te cansas de visitar y degustar cada plato elaborado con mucha esencia casera ambiente muy familiar muy acogedor

Hace, creo 2 años se cambio de dueño cocinera, y personal, y realmente vale la pena visitar!

Hay que llegar pronto se llena muy rápido. 1- La comida que pedimos los primeros platos muy buenos, Fideuá y Mejillones, Paella y un Pescado Frito, postres Crema catalana y flan con coco. 2- Entre plato y plato si que es verdad que tardaron más lo normal igual que en el postre, si que es cierto que el camarero que nos atendió estaba solo en la sala y el restaurante estaba muy lleno. Un diez a la cocina un medio al camarero y el sitio muy bonito.

Todo absolutamente excelente!! ¡Unas buenas raciones, precio más que razonable y todo buenísimo! Los menús muy logrados. No tienen ningún problema en adaptarse si el cliente requiere algo en relacion a ingredientes. Repetiremos!!!

Fuimos un grupo de 16 personas comimos de maravilla, excelente atención y todo genial .

Sin conocer la zona, dimos con este restaurante por casualidad. ¿Qué puedo decir? El personal es increíblemente amable y acogedor. Comimos unos mejillones frescos y una paella deliciosos. Y ni hablar de los postres, deliciosos. Sin duda volveremos y se lo recomendamos a todo el mundo.

Gran descubrimiento, muy buena relación calidad-precio, bienvenida amable, volveremos tan pronto como estemos en la zona, gracias a todo el equipo 👍

Hemos comido muy bien la comida muy buena y bien presentada la verdad que ha sido un descubrimiento y Marcos muy simpático y amable volveremos

La Nova Vinya fantástica: menú de mediodía con muchas y jugosas opciones. Dudamos en primeros y segundos y pedimos consejo: elegimos farcellet de col (picada de carne golosa, suelta y bien guisada) y canelón de marisco (sutil y discreto, excelentemente combinado con bechamel y gratín de queso que acompaña sin ocultar). Rape (una cola entera) y paella (con zamburiñas) de segundo. Raciones generosas, entorno familiar, tranquilo y agradable, música ochentera y tarta de Llavaneres de vicio absoluto, crocante por fuera y exageradamente cremosa por dentro. UN VICIO de menú de sábado por 25€

Comida de calidad. Ambiente y trato excelente, un camarero muy atento y la cocinera pasó a preguntar cómo había sido todo. Muy recomendable, volveremos.