Hay lugares que no se visitan, se descubren. Espacios que no se recorren, se viven. Así es La Fundición, un rincón absolutamente singular en Alicante, donde un caótico pasado industrial ha dado paso a un espacio musical y gastronómico que provoca al visitante una explosión sensorial y emocional distinta.
Ubicado en la calle Poeta Pastor 16, junto al centro comercial "Puerta de Alicante", este restaurante con música en vivo no es sólo una opción gastronómica con temática cubano-tropical, sino también un viaje sensorial e íntimo que nos sumerge entre ritmos y danzas tradicionales, en el ambiente deliciosamente decadente de la vieja Habana, a ritmo de música tradicional cubana.
La transformación de una antigua fundición de principios del siglo pasado en este espacio, ha sido producto de la imaginación y visión de negocio y también de una maestría poco común, por parte de su propietario, Lino Zorrilla, quien ha sabido fusionar historia, arte y sabor latino con una sencillez y una sensibilidad estética arrebatadora.
Por mi trabajo, donde suelo ir, analizó la decoración del lugar y en este caso, Su estilo "urbano-jungle" de techos altos de lo que antaño fue un ambiente industrial, con mucha frondosidad, juego de luces que recuerda, salvando las distancias y proporciones, la estación de Atocha de Madrid, creando una atmósfera donde lo industrial con lo vegetal; lo frío de los espacios con techos altos y lo cálido de los juegos de luces , se fusionan formando un universo ecléctico único y paradójicamente cálido para lo que antaño fue este lugar.
Pero si la estética ya es un regalo para los sentidos, lo que realmente marca la diferencia en La Fundición es su alma latina. Los viernes se viven como una auténtica noche cubana, con música en vivo que no acompaña, sino que transforma. Anoche, por ejemplo, nos dejamos envolver por la voz y la fuerza de William Vivanco, que nos transportó, nota a nota, al corazón del son cubano, del bolero y de la trova, en una fusión única con ritmos actuales y una personalidad arrolladora. Mientras disfrutábamos de una deliciosa cena auténticamente caribeña.
Platos sencillos, pero llenos de sabor, tradición y pasión, que nos recordaron que la cocina, como la música, también es una forma de arte. Y si hay algo admirable en la cocina cubana es su capacidad para convertir precisamente, la "sencillez" en virtud; que con ingredientes humildes y un enorme ingenio, crean recetas llenas de alma, historia y autenticidad. No es solo lo que se come, es cómo se cuenta la vida a través de cada bocado.
Los sábados, el jazz toma el relevo a la noche Cubana, manteniendo esa línea de excelencia musical en un ambiente que nunca pierde su esencia cálida, íntima, selecta, diría yo...
Aquí, donde antaño se fraguaba el hierro, hoy se fraguan nuevas historias: de música, de reencuentros, de baile, de emociones, de amor... Porque La Fundición no es sólo un restaurante: es un escenario para los sentidos. Un espacio donde cada luz, cada rincón, cada nota y cada sabor se conjugan en una experiencia sensorial única.
Y para quienes, como yo, son enamorados de la música en vivo de manera relajada, encontrar un lugar así, con actuaciones de primer nivel, una atención. exquisita por parte del equipo, y precios más que razonables, es un auténtico tesoro.
Os invito a descubrirlo, a dejaros llevar, a regalaros una noche diferente. Porque La Fundición no se explica… se siente.
J.Carlos Gó
juan carlos gomez cerdan
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21 Abril 2025
10,0