Para comer sin triquiñuelas. Buena ensalada, buenos aceites y vinagre y buen embutido. Arroz negro simple y muy bueno, mucha cantidad y excelente precio. Menos de 20€ por cabeza. Es el casal del pueblo donde hacen buenas comidas, no es un restaurante normal pero se está muy bien
JOAN O.P. “JOP”
.
12 Diciembre 2025
8,0
Después de comer en este sitio y cuando todavía hacíamos sobremesa nos hemos quedado boquiabiertos vemos como el dueño del lugar llena de nuevo todas las botellas de vino de la casa con el resto que ha sobrado de todas las botellas de las mesas y después pone el tapón de nuevo, lo mismo hace con las botellas de agua para aprovecharlo. Podía ser más disimulado, la verdad no sé si el vino que he bebido pudo estar abierto hace 3 ó 4 días.
Josep Manel Grau Granero
.
07 Diciembre 2025
6,0
Ideal para almuerzos de tenedor
NIKO
.
09 Noviembre 2025
10,0
Lo encontramos por sorpresa y resultó perfecto. La comida muy buena todo.
Ventura Coch
.
21 Octubre 2025
10,0
Un buen lugar para una buena comida casera a buen precio y con productos de proximidad
Nacís Planas Cortada
.
07 Septiembre 2025
10,0
Fuera de lo común
Un regreso a una era que se desvanece
Sin pretensiones, con una relación calidad-precio inmejorable
biolay philippe
.
24 Agosto 2025
10,0
¡El mejor arroz negro que hemos probado! Ambiente cercano y familiar en un local sin pretensiones pero con una exquisita cocina. Muy recomendable
Cristina Planellas
.
16 Agosto 2025
10,0
Excelente, hemos pasado una gran tarde, comida increíble, ambiente excepcional, llevo años sin pasármelo tan bien, y el espacio amén de acogedor perfecto, no le doy 6 estrellas porque no me dejan.
In Crhisto
Luniux0v15
.
20 Julio 2025
10,0
El arroz negro espectacular a un precio inmejorable. Si vuelvo por este pueblo repetiré sin duda!
Antonio Ortiz Poveda
.
16 Julio 2025
10,0
Un café popular en el pueblo de Espolla donde comer un sabroso arroz negro
En el corazón del pueblo Ampurdanés de Espolla se esconde un lugar peculiar: un bar restaurante que funciona también como centro social. Su horario, amplio y adaptable, permite disfrutar desde almuerzos tradicionales hasta cenas completas, con una oferta variada de platos que se adaptan a cada momento del día.
El comedor, sin grandes lujos, desprende un encanto retro innegable. Su mobiliario y decoración, que evocan claramente la estética anterior a los años 80, crean una atmósfera única. Aquí, las mesas largas invitan a la interacción, y es común compartir espacio con otros comensales, ya sean vecinos del pueblo o visitantes que se acercan a probar su propuesta culinaria. Un mantel de papel y los clásicos vasos Duralex complementan perfectamente esta decoración, donde destacan detalles como una auténtica cabina telefónica de los años 80 y fotografías que evocan la historia y los eventos vividos entre sus paredes.
La oferta para comer es concisa y se recita al momento, ya que no disponen de carta. Esta particularidad añade un toque de misterio a la experiencia, pues los precios se desvelan al final, directamente en la barra.
En cuanto a los entrantes, la selección se centra en opciones clásicas: ensalada verde, una tabla de embutidos, calamares, croquetas y poco más. Sin embargo, los platos principales brillan con luz propia. Destacan las diferentes carnes a la brasa y los caracoles, que también pueden pedirse como entrante. Pero sin duda, el protagonista es el arroz negro de sepia, que comparte el protagonismo con los caracoles como uno de los grandes reclamos de la casa.
El arroz negro fue, sin duda, la estrella. Su excelente sabor, resultado de un caldo excepcional, lo convierte en una delicia. Se sirve directamente en la cazuela, con un punto de cocción perfecto y una cantidad de caldo de pescado que lo hace increíblemente jugoso. Eso sí, es importante saber que en este arroz de sepia no encontrarás una gran variedad ni cantidad de marisco; la sepia es la protagonista, acompañada de un par de gambas.
Para el postre, ofrecen algunas opciones caseras como un delicioso flan de café y unas natillas con el punto justo de dulzor.
Recomiendo encarecidamente acompañar los platos con un buen vino de la cooperativa local, con la prestigiosa Denominación de Origen Empordà.
En cuanto al momento de pagar, la ausencia de una carta con precios detallados puede generar cierta incertidumbre. No sabrás el PVP de cada plato, lo que puede dejarte con la sensación de haber pagado un poco más de lo esperado. A modo de referencia, una ensalada, arroz negro de sepia, postre y vino nos costó 22€ un sábado al mediodía.
En resumen, este lugar es una opción para disfrutar de un sabroso arroz negro caldoso en un ambiente familiar y con un marcado aire retro.
guillermo castilla
.
10 Julio 2025
6,0