La Fonte en Tapia de Casariego

Experience buena, aunque no excepcional, y algo frustrante a ratos en este restaurante. Está bien situado cerca del puerto de Tapia de Casariego y es acogedor, no muy grande, pero con un comedor cómodo. El servicio es bueno. Pedimos los siguientes platos para compartir: -Surtido de croquetas (15€): trae doce croquetas de tres tipos distintos (chipirones, cocido y jamón). Están muy ricas, melosas y crujientes. Algo pequeñas y pasadas de precio (más de un euro el bocado). -Zamburiñas a la plancha (20€): son 8 zamburiñas que estaban muy buenas (aunque aquí afecta más el producto que la preparación). También algo pequeñas y pasadas de precio (más de dos euros cada una). Sabiendo que en la mesa eramos tres y era a compartir, habría sido un detalle poner tres para que fuera divisible. -Cachopo de cerdo (16€): fue el plato que nos decepcionó de la comida. En lugar de ser un cachopo, son dos pequeños cachopines pequeños que, aunque estén ricos, están lejos de lo que te esperas al pedir un cachopo. Es verdad que 16€ no es caro hoy día para un plato de cachopo, pero creímos que al ser de cerdo y no ternera, la ración sería normal. Pero no, en realidad es como una pequeña tapa que tuvimos problemas de partir entre tres. Fue muy decepcionante. -Entrecot de ternera frisona (24€): estaba muy bueno y bien preparado, servido en un plato caliente, bien partido y con sal Maldon encima. Es difícil encontrar un lugar donde preparen bien la carne, y este estaba muy bueno. -postres (tarta de la abuela y arroz con leche, 6€ cada uno): de nuevo ricos pero muy pequeños. La tarta servida en tarrina y no en porciones, lo cual nos parece un error pero estaba bien preparada. En las fotos de otros clientes se puede ver cómo antes daban la tarta en unas cacerolas mas grandes, ahora son una tarrinas muy pequeñas que no justifican el precio más alto de lo normal. Total 96€ para tres personas. En general, es un restaurante dónde se come bien, buen producto, pero algo alto en precio y raciones algo escasas. Y ya no tienen el menú de chuletón que parece solían tener.

Muy rico todo, y al precio acorde para la ubicación en la que estás. Pedimos huevos con pulpo, cachopo y mejillones y todo de 10. El personal muy majo.

Llegamos a este sitio buscando dónde cenar y llevamos una sorpresa con las croquetas. Pedimos el surtido de chipirón en tinta, compango y jamón. ESPECTACULARES. Jamás había probado unas croquetas con tanto sabor, suaves de rebozado y relleno súper cremoso. Las de chipirones en su tinta fueron una auténtica sorpresa. Atención súper buena, muy simpáticos, volveremos.