La Fonda en Cadaqués

Hotelito con encanto, regentado por una encantadora pareja joven que también habla bien francés. Ubicación cerca del centro. Doble salida peatonal práctica. Desayuno con buena relación calidad-precio y cantidad. La habitación estaba bien, aunque la insonorización no era ideal y el bonito suelo de baldosas no ayudaba a conservar el calor en invierno (pero debe ser agradablemente fresco en verano). Sin duda, me alojaría allí de nuevo si fuera necesario.

Una fonda familiar, cómoda y sencilla, con habitaciones limpias y geniales para una escapada. Tampoco os podéis perder la comida que ofrecen, un menú de mediodía que os dejará con ganas de repetir al siguiente día!

Experiencia muy sorprendente en este pequeño y acogedor hotel. Fuimos domingo a comer en pareja y cabe destacar el buen trato y la calidad de los platos así como su presentación. Las fotos hablan de por si solas, solo quería que el tiempo pasara lento para disfrutarlo más... Volveremos sin duda

Hemos estado en el restaurante. Cocina de calidad con servicio cercano y muy agradable. Tándem perfecto Sara y Dennis

Alta cocina en una fonda? Pues sí, Dennis y Sara cuidan hasta el último detalle para lograrlo. Inmejorable relación calidad-precio. 100% recomendable, volveremos, chic@s, sois un sol!!!

Un hotel magnífico, limpio, con un personal muy amable y servicial, un desayuno increíble y un hotel súper acogedor que admite perros. Nunca había experimentado algo igual. Lo volvería a reservar en cualquier momento. Te sientes como en casa. Le daría aún más estrellas si pudiera. 💖

Un hotel sencillo pero muy limpio. Un desayuno generoso, servido con una sonrisa y amabilidad... ¡Gracias! 🙏

Fuimos al restaurante. Sirven comida al mediodía un menú de 29 € riquísimo. Buen servicio y amabilidad.

Cocina cercana bien elaborada en un ambiente agradable

Me encanta cómo La Fonda en Cadaqués logra combinar autenticidad y cercanía en una experiencia sencilla pero memorable. Entrar y sentirte en un sitio familiar, con ese aire modesto y sin artificios, es lo que más me atrapó desde el primer momento —las mesas, la iluminación acogedora, ese silencio amable... todo contribuye a una atmósfera relajada donde puedes saborear cada bocado sin prisa. Lo que más me llamó la atención fue la dedicación del personal: atentos sin ser invasivos, amables y capaces de anticiparse a lo que necesitas. Eso, junto con el entorno del casco antiguo de Cadaqués, hizo que la experiencia fuera muy especial. En lo gastronómico, disfruté de una cocina local sencilla y bien ejecutada: platos que transmiten calma y sabor auténtico sin complicaciones. Perfecto para quienes buscan un lugar sin pretensiones, donde lo más importante es la sinceridad de la experiencia. En definitiva, La Fonda es un refugio gastronómico discreto, ideal para quienes valoran la autenticidad, el ambiente casero y el trato cercano. Un lugar donde volvería sin dudarlo.