La Farandula en Zamora

No está mal. Laa atención es buena pero, algunas cosas como la iluminación de los pasillos, habría que darles una vuelta. La ubicación está, en la zona de tapeo, por lo que hasta las doce o así de la noche, hay jaleillo y, por la mañana, la barredora de la calle, parece que la tienes en la habitación sino has cerrado todo. A elegir, o el fresquito de la calle por la noche o, dormir con todo cerrado.

Les doy un cinco porque au que la habitación fuera normal, lo amable que es el personal y lo bien situado y por el precio que tiene se las merece

La localización del hotel es inmejorable, en medio de una de las zonas de comida de Zamora, ya 10-15 minutos andando de la catedral. Los únicos peros son que el ruido de la calle se escucha hasta las 24h. Debemos decir que hemos tenido la suerte de tener habitación con aire acondicionado, ya que hay unas cuantas sin.

Hotel limpio y bien gestionado, con restaurante que abre a las 8:00 para un desayuno ligero. La ubicación es excelente, con numerosos cafés y bares a poca distancia a pie. Angela es una anfitriona amable y muy servicial.

La atención al cliente fue genial. Muy atentas . Cogimos una habitación solo para dormir por lo que era pequeñita. Está ubicado en el centro

Muy buena experiencia y excelente atención, en especial de Ángela. Mil gracias.

¡Un fin de semana con alma en Zamora! Me alojé en un hotel con encanto, lleno de historia y un pasado extraordinario, que recientemente recibió un nuevo impulso gracias a Ângela, una mujer emprendedora y decidida. La ubicación es inmejorable: justo al lado de la calle Santa Clara, una de las más emblemáticas de Zamora, perfecta para pasear y descubrir la ciudad. El espacio es sofisticado, pero a la vez familiar y acogedor. Todos los que trabajan allí son increíblemente amables y te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Al final de la tarde, es habitual ver el bar llenarse de clientes habituales, que traen consigo el espíritu de España, la cultura y el estilo de vida español, lo que hace que la experiencia sea aún más auténtica y vibrante. El restaurante es una auténtica joya. Todo se prepara desde cero, con un gran chef. Sirven excelente comida tradicional española: sabores genuinos y una preparación impecable. La relación calidad-precio es excelente, algo cada vez más raro en Zamora. Las habitaciones están impecablemente limpias y, a pesar de su céntrica ubicación, el espacio es sorprendentemente tranquilo por la noche, ideal para descansar con comodidad y tranquilidad. Este hotel tiene alma, diseño y corazón. Si estás en Zamora, no te lo pierdas. ¡Un auténtico ejemplo de hospitalidad bien hecha! 💛

Habitaciones sencillas, pero cumplen la función. El wifi estaba saturado y no funcionaba bien. Muy buen servicio y trato. En muy buena zona de bares para tomar unas cañas.

Una experiencia magnífica que recomiendo, la habitación buena, el desayuno excelente, destacamos que el personal con su jefa al frente son muy profesionales y saben hacer para que disfrutes de tu estancia. Un hotel que lo recomiendo. Volveré

El hotel es excelente. Bien ubicado a un paso de todo en Zamora Centro. Muy buenas y cómodas instalaciones. Libertad para uso del pasajero. Personal muy amable y atento. Calefacción y limpieza de 10. El restaurante de abajo muy buena comida y desayunos. Gracias!!!