La Ermita en Jerez de los Caballeros

Diríamos que regular. No es de recibo que de los platos de carne fallen en tres opciones de productos de la zona, cuando la carta no es demasiado amplia.

Bonitos recuerdos,un lugar muy bonito y buena cerveza 🍻😘

Interior loco (dentro de la iglesia), buen jamón, cerdo, postres muy buenos.

Agradable, bien de precio, raciones generosas.

Excelente paté, ibéricos y el solomillo. Buen vino. Negativo, sobreexplotación del sitio, poco hueco entre mesas con mesa alta y con barra, donde la gente se tomaba sus cervezas.

Local espectacular con buena comida.

Ayer tuve la oportunidad de cenar con unos amigos allí, el sitio es una ermita desacralizada del siglo XVI. Pedimos croquetas de jamón, huevos a lo pobre (huevos rotos con jamón ) y solomillo a la brasa. Las croquetas muy buenas, puede que en alguna un pelín de ajo de más. Pero totalmente recomendables, los huevos rotos con jamón. El jamón era de calidad y el solomillo a la brasa, muy bueno y con muy buen punto. Nos faltaron los postres porque estábamos llenos. Iba con dudas, pues por la noche no hacían reservas y tuve que cancelar una de mediodía y me dijeron que esos días no hacían reservas por la noche. El precio total fue de 51 euros. 17 por persona . La carta en internet, tiene otros precios deben actualizarlos como recomendación. Es comida tradicional en un ambiente atípico, la experiencia también mejoró por la compañía que llevaba.

Fuimos atraídos por otras reseñas, pero hemos salido un poco decepcionados. En primer lugar les recomiendo que a la hora de aceptar una reserva, si van a enviar a los comensales arriba, al coro, primero se aseguren de que los mismos puedan subir/trepar por esos escalones, muy altos y con una curva final muy angosta. Una vez sentados viene una señorita a preguntar qué vamos a beber, le pido la carta de vinos para poder escoger , básicamente porque además como le expliqué mi marido ( aún estaba aparcando) prefiere tinto y yo blanco, y no hubo forma, me trajo una copa de un blanco seco de la tierra, eso fue lo máximo que pude elegir. Nos pasa después la carta para elegir la comida y cuál no fue mi sorpresa cuando veo que incluye al final la CARTA DE VINOS!!! Tan difícil le habría resultado desde el principio? Pedimos una botella de tinto de nuestra elección y cuando nos la traen ya estaba abierta. Son detalles que considero importantes, lo lógico es que la abran en nuestra presencia y den la oportunidad de degustarlo primero. Aquí no hubo tal, botella abierta y dejada en la mesa. Una vez que nos trajeron la comida, surtido ibérico y foie al centro para compartir, dos presas ibéricas y un solomillo al carbón , se olvidaron por completo de nosotros, dos veces tuvimos que asomarnos a la barandilla del coro para que alguien se diera cuenta de nuestra presencia y pudiéramos pedir los postres. Para pedir la cuenta, lo mismo, asomarnos a la barandilla, atraer su atención.... y nada nadie subía, tras una segundo intento nos dicen que tenemos que bajar para que nos den la cuenta. ¿En serio? Si no quieren subir, cosa que vistas las escaleras lo puedo entender, no nos mandes arriba. La comida correcta, como cabe esperar en un sitio así. En cuanto al ambiente, demasiado ruidoso.

Desde luego es original el local. La comida y el servicio muy buenos.

Fuimos un grupo de amigos, ,llevaba unas exceptativas mas altas de lo que me encontre. Es una ermita , pasamos mucho frio y salimos oliendo a cocina. la cena espera mas y mejor. La parrillada buena, el revuelto de esparragos nada, sepia buena.