La Dorada de Plata en Almuñécar

Es un restaurante a pie de playa que ofrece no solo grandes vistas sino una gran variedad gastronómica y un trato por el personal excelente. Voy varias veces al año y recomiendo encarecidamente los espetos de sardinas con una patata asada con alioli y un coulant de chocolate de postre.

Fui dos veces con mi familia y tuve buenas experiencias. Para empezar, las brochetas de gambas (grandes) y las sardinas estaban riquísimas, de esas que se comen con la vista. El vino blanco seco de la casa cuesta 15 € la botella, un precio justo. El plato de nuestro hijo pequeño fue un filete de pollo empanado con patatas, que estaba simplemente bien. Pero, en general, creo que es un buen restaurante, con mesas disponibles en la arena y vistas a la playa (que, digamos, no es la más bonita). El personal es muy atento y está bien formado. Digo esto porque, las dos veces que estuve, el restaurante estaba lleno, pero la cola se hacía rapidísimo. Con tanta gente, felicitaciones a los camareros y cocineros por seguir el ritmo del movimiento. Otro punto positivo e interesante es ver cómo se asan las brochetas en la parrilla justo al lado del restaurante: una gran experiencia para cualquiera en Almuñécar.

Muy bonito lugar, muy buena cocina con bueno precios

Comida excelente Personal impecable Atención al cliente Excelente pescado Lo recomendamos

Buen sitio para comer en plena arena de playa. La comida está rica, aunque sin demasiadas pretensiones. El servicio fue bueno y atento.

No puedes dejar de tomarte un rico pescado sí estás en Almuñécar, en plena playa, podrás disfrutar de una plato tan apetecible como estas deliciosas sardinas, o estas navajotas que te dejo en la reseña, para abrir boca. Lo recomiendo mucho, ricas “brasas”

Ashraf es una persona súper atenta. Excelente servicio. Te hace sentir como en casa. Volveremos sin lugar a dudas.

Siempre que estamos en Almuñécar, vamos a comer aquí, siempre comemos algún pescado a la brasa siempre muy rico. Esa vez, para cambiar, pedí rape a la marinera y fue una decepción total. Parecía pescado congelado, un sabor insípido y malo y una consistencia dura.

Tomamos una ensalada con mango y aguacate espectacular y unos espetos de sardina muy ricos quizás la sardina un poco pequeña. El precio era razonable. Sin embargo, en la carta vimos que empezó el gazpacho y me parecía prohibitivo 10€!! Y el salmorejo a 12 €!!

Precioso churinguito con un servicio amable. Las almejas de afeitar son imprescindibles. La ensalada de tomate y aguacate es una gran porción con mucho aguacate. Lo único que en la ocasión en la que estamos allí que no apreciamos fueron las sardinas que suelen ser las favoritas de mi marido.