La Dolores en Calatayud

Mi reseña se refiere exclusivamente al restaurante. Recomiendo pedir el menú. Comer a la carta sale muy, muy caro. Relación calidad-precio mediocre.

La antigüedad del edificio condiciona la comodidad de las habitaciones, pero el resto no defrauda. Muy coqueto y típico

El restaurante también excelente. Y los profesionales magnificos

Estuvimos cenando para el aniversario de bodas, regalo de nuestra hija y la verdad como siempre, trato especial y mimado, servicio profesional y muy esmerado por parte de Bernardo, y la comida espectacular. Tuvimos el privilegio de cenar en el balconcillo, que es un lugar mágico. Recomendable al doscientos por cien. Gracias al equipo de la Dolores y en especial a Bernardo, por su mimo y atención y a Resti el Capitán del barco que dirige la orquesta perfectamente afinada. Muchas gracias.

Fuimos a pasar la Nochevieja toda la familia a este sitio,destacar la comida y el trato del personal que ha sido de 10 en todo momento excepto al principio que la señora que te atiende en la recepción fue un poco déspota y prepotente pero bueno,solo fue el primer día. Las habitaciones están bastante bien,destacar limpieza, aunque en nuestra habitación al entrar tenías un escalón en toda la puerta que no tenia mucho sentido y el único radiador que hay en la habitación no calentaba nada. La cena de Nochevieja también estuvo muy bien aunque luego para la hora de las uvas no tienen televisión en el salón principal y te lo ponen por megafonía que no se escuchaba nada y fue un poco desastre porque no pudimos tomarnos las uvas acorde a las campanadas,después en la fiesta un DJ pinchando música muy antigua y muy actual,una mezcla muy rara ,luego se escuchaba fatal y encima la fiesta acabo media hora antes de lo acordado. También pagas por una especie de “recena” a partir de las 2 de la mañana y lo único que sacaron fue trozos de tortilla seca y fría y FIN eso fue la recena… Creo que para el precio que pagamos,que no fue nada barato, hay muchas cosas que mejorar…

Un lugar imprescindible de visitar. Buen ambiente, comida buena y buenos profesionales. El edificio es una maravilla, muy bien decorado y cuidado

Un bonito hotel temático, muy bien ambientado, con un personal amable y muy preparado. Una sorpresa agradable, seguro que volveré en otra ocasión.

No nos hospedamos, pero si desayunamos en su cafeteria. Unos pasteles riquisimos y una atención excepcional. Soy más de desayuno salado y comí tortilla de verdura muy buena y mi marido disfruto con el bizcocho, Todo exquisito y un buen servicio.

“Si vas a Calatayud pregunta por la Dolores, y en ofrenda de mi amor, en su tumba, ponle flores.” Tras llegar a las tierras de Calatayud, la leyenda de la Dolores irremediablemente llegó a nuestras mentes así que, después de preguntar por ella dimos con este restaurante situado en el centro de la ciudad. Ya desde que pasas por la puerta te quedas embelesado con la ambientación del lugar, ¡es increíble! Parece un patio de corralas muy bien conservado. Y ya el restaurante es otro cantar, es como si entrases dentro de una casa, con cada habitáculo fielmente representando una parte de la misma. A nosotros nos tocó la parte que representa al lavadero de una casa antigua, me transportó a la casa de mi abuela del pueblo, ¡una maravilla! La comida también es fascinante. Fuimos un sábado por la noche y pudimos pedir el menú del día de fin de semana, el cual tiene varios platos de primero, de segundo y de postre para elegir, los cuales son, en su mayoría, platos típicos de la zona. De primero comí unas migas con uvas y un huevo frito encima, ¡me encantaron! Me recordaron a las que hacía mi abuela en su cocina de lumbre. Después, de segundo, comí el guiso de carne de toro, el cual estaba súper jugoso, se deshacía la carne prácticamente en la boca. Y de postre elegí la tarta de turrón, la cual estaba también riquísima aunque ya estaba lleno y estuve a punto de no pedirla pero, como dice el dicho popular, siempre hay un pequeño hueco en el estómago para el postre. Todo esto costó 25 € con la botella de vino incluida. Los camareros super simpáticos también. Recomiendo encarecidamente pasar por este restaurante si pasas por Calatayud.

La Dolores esta situado en el centro de Calatayud. La entrada y recepción es por la planta baja, El interiorismo recrea un ambiente típico,con un patio con pozo incluido. Con mesas y servicio de bar es un buen lugar para evitar la calor del exterior. El restaurante está en el piso superior, el ambiente es agradable y acogedor. Sirven menú, optamos por la carta. Alcachofas salteadas con jamón, borrajas con arroz y almejas y unos huevos rotos. Todo bien, sin más. El vino (Baltasar Gracian) de la zona excelente. El servicio amable y correcto. Una opción a tener en cuneta si visitáis o estáis de paso en Calatayud