La Chipirona Playa en Alboraya

Buen sitio en la playa de la Patacona para comer un buen arroz valenciano con apuntes más curiosos de corte italiano. Servicio muy correcto y atento y buena selección de vinos. Recomendable.

Un lugar encantador con vistas al mar, literalmente en la playa. El personal y el maître fueron súper atentos y amables. Disfrutamos de una paella de marisco excelente, y si volvemos a Valencia, sin duda volveremos. Gracias por su hospitalidad.

Hemos estado comiendo y todo exquisito, me ha encantado y enfrente de la playa quw mas se puede pedir

Un lugar espléndido para almorzar frente al mar. Destacan sus precios muy competitivos y la rapidez del servicio. ¡Gracias por la atención constante, Beppo!

Increible, personal amable a primera linea de playa, el personal muy educado atento y agradable, 10/10 Recomiendo reservar antes, se puede hacer por google

Para pegarnos almuerzo al lado de la playa, el sitio es excepcional. Precio buenísimo, comida genial y muy buena atención.

La comida es la reina del local y compensa con creces pequeños "detalles" que se podrían mejorar, vale la pena

Comida muy buena y buen trato!! Lo único que hizo bastante calor el día que fuimos e igual echamos en falta algo de aire porque estábamos en un punto muerto de los ventiladores y pasamos calor. Aunque estoy seguro de que fue puntual. Las cantidades estuvieron bien también! Y el tiramisú increíble.

Sabéis esa sensación de ir a un restaurante de playa y pensar: “Bueno, seguro que será el típico sitio para salir del paso”? Pues no, el lugar me ha sorprendido para bien. La comida, lo primero: el pescado está de diez. Fresco, fresco, de ese que se nota nada más probarlo. Vamos, que no es ese pescado de nevera de tres días que a veces te intentan colar. Aquí la cosa va en serio. El ambiente: oye, muy agradable. Nada de griterío insoportable ni niños con pelotas rebotando entre mesas (gracias, universo). Podías hablar tranquilamente. Además, la temperatura perfecta: ni chorro de aire acondicionado directo que te deja congelada, ni sauna mediterránea. Estaba todo en su punto, como el arroz cuando lo clavan. La ubicación también suma puntos con ese airecito de mar que ya te pone en modo relax sin necesidad de filtro Ahora bien, voy a ponerle un pero (porque para eso estamos, para ser honestas): el café. Queridos, ese café estaba más quemado que yo después de una tarde de agosto sin sombrilla. Una pena, porque todo lo demás estaba de matrícula. Conclusión: ✅ sitio recomendado, ✅ repetiría, ✅ me apunto volver. Eso sí, la próxima vez, el postre lo acompañaré con un té… por si acaso 😉.

Por una vez, bien. No volvería. La comida estaba buena, pero los camareros parecían enfadados, no explicaban la comida y no sonreían. También voy a restaurantes para relajarme con las expresiones del personal. Por desgracia, parecía que servían por obligación, sin mostrar ningún placer.