La Chancla en Málaga

Delicioso café y buena ubicación.

El sitio perfecto, el Camerero no fue muy amble, el desayuno bien.

Hoy visité este lugar por primera vez por recomendación de alguien que vive aquí. Mi esposo y yo ocupamos una mesa que llevaba un tiempo vacía, ya que la habían limpiado, pero lo que había debajo y alrededor... cáscaras de cacahuete y migas de pan crujían bajo nuestros zapatos. Nos sirvieron aceitunas en un bol que estaba en un plato, pero por desgracia el plato no estaba limpio; había restos, como si no se hubieran lavado bien. Pedí postre (tarta de queso) y, después de 10 minutos, la señora me dijo que ya no estaba. Pedí un brownie, que al parecer tampoco estaba. Decidí que, ya que estábamos allí, pediría el último plato del menú (un pastel de loto con helado; en mi opinión, el pastel no estaba horneado hoy y el bizcocho estaba un poco pastoso). Me decepcioné mucho cuando, mientras comía el postre, los clientes de la mesa de al lado pidieron tarta de queso y brownie, que debo señalar que les había servido la misma camarera que momentos antes. Recibieron sus postres prácticamente al instante. Me sorprendió mucho. ¿Los postres están reservados solo para huéspedes selectos? ¿Los huéspedes del hotel reciben lo que no está en oferta? Pedí la comida en español, ya que lo hablo bastante bien, así que no sé por qué.

Cenamos en el restaurante. Pedimos pollo salteado con salsa de soja. Estaba muy rico. El vino estaba delicioso. El personal fue muy amable.

Nos alojamos en el hotel unos días y cenamos en el restaurante una vez y tomamos tapas otro día. Las tapas estaban bien, sin ser nada del otro mundo, y todas fritas. La cena, en cambio, estuvo muy buena y a un precio razonable.

Tan solo hemos estado en el restaurante.

Ubicado en una playa bonita y tranquila, excelente comida, servicio impecable.

¡La experiencia del desayuno frente al mar y con música en vivo es maravillosa! La comida también está muy rica :)

Sitio muy agradable para comer en Málaga, especialmente en verano. La terraza frente al mar y se agradece muchísimo el frescor que dan los ventiladores de techo, creando un ambiente cómodo y relajado. El personal es muy amable y atento, lo que hace que la experiencia sea aún mejor. En cuanto a la comida, algunos entrantes no nos convencieron del todo: el petit foie no lo recomendaría y la ensalada de salmón lleva solo rúcula, sin lechuga, lo que no nos gustó demasiado. Sin embargo, los demás platos estaban muy buenos, con sabores originales y diferentes que se agradecen (ensaladilla, hamburguesa, sándwich Club…). En general, es un sitio recomendable para comer algo distinto junto al mar y pasar un buen rato.

Paramos para tomar una copa rápida y terminamos quedándonos más tiempo de lo previsto. Gran lugar para una bebida y un bocado para comer con muy buena sangría. Lo que hizo la visita sin embargo fue nuestra camarera. No sé su nombre pero es de Argentina. Vaya estrella. Tan amable y burbujeante. Un activo real para el negocio y la razón por la que nos quedamos más tiempo - nos sentimos muy bienvenidos