La Cantina de Diego en Monachil

ALUCINANTE. Para mí, el mejor de Granada. Y, un top, a nivel general. Quiero destacar lo agusto que te sientes. Ya comienza muy bien con un aperitivo de cortesía: croqueta de cocido, soberbia. El solomillo y mejillones, muy muy buenos. Ya no es la materia prima, sino como la cocinan. Para mí, un buen parámetro son las patatas, que están echas de forma sobresaliente, difícil de encontrar. Puro placer.

Un completo acierto el haber elegido La Cantina de Diego para la degustación gastronómica de La Olla de San Antón, un plato originario de Monachil cada vez mas extendido, que Diego elabora a la perfección. Este fue el comentario unánime del grupo de amigos que el pasado 21 de enero nos reunimos en La Cantina para dar cuenta del típico menú: remojón granadino, encurtidos, olla y "pringá." Que acompañamos de un apropiado tinto de su cosecha y rematamos con flan de naranja, chupito y café. Ambiente acogedor con fuego de leña en la chimenea y excelente atención tanto por parte de María José como del resto del personal de sala. ¡ Volveremos!, Raimundo.

Todo muy rico, el servicio excelente ambiente acogedor, carta poco extensa pero muy buena

Una casa de pueblo de las de siempre, perfectamente acondicionada para que te sientas como en el salón de tu casa, con una chimenea perfecta, sin ningún olor a humo. La atención de los camareros, profesional, atentísima, sin agobiar para nada, y siempre con una sonrisa. Y la comida, una experiencia inolvidable. Unas almejas salteadas y un revuelto de morcilla espectaculares, para seguir con un solomillo de ternera pajuna que se te deshace en la boca, al igual que las verduras de su huerto. La carne, regada con un mosto de elaboración propia, que la complementa muy bien. Y los postres, muy originales. El precio, sobre 45€ por persona. Muy razonable teniendo en cuenta la calidad de las viandas. Sin duda, volveremos.

Una experiencia de 10 , su camarero Daniel es un hombre de una amabilidad y atención excelente , un local con un ambiente tranquilo y una comida exquisita , sin duda un sitio que recomiendo y que pienso venir otras veces ,

En primer lugar he de decir que nunca había comido en un restaurante con estrella Michelin, y a decir verdad he salido encantado, a pesar de mi bajo presupuesto. La atención fue estupenda, fui con un amigo sin haber reservado y nos atendieron sin ninguna pega, el sitio sin ser especialmente bonito resulta muy acogedor, es invierno y encienden una gran chimenea que da calorcito muy confortable. De la comida solo puedo hablar de los 2 platos que comí, el primero era un entrante Ensalada de tomate y aguacate, sencillo pero espectacular en sabor, tomate y aguacate realmente delicioso. El otro plato no estaba en carta, pero nos lo comentó el camarero que suelen hacer platos fuera de carta y decidimos probar, se trataba de un chuletón de cerdo (de la zona) echo al carbón, y podemos decir tanto yo como mi amigo que ha sido el más rico qué hemos comido en la vida, en definitiva la experiencia ha sido muy, volveré a repetir. El precio no es barato, pero tampoco es excesivamente caro.

Todo de sobresaliente, tanto el trato como la comida. Desde los aperitivos hasta el postre. Volveré seguro

¡Comida excepcional con productos de temporada! ¡No puedo esperar a volver!

Muy bien ambiente, muy buena comida y el trato maravilloso.

Lugar muy bonito muy acogedor, comida bien, pero falta pulir los platos.. los entrantes bien..buenisimos..fuera de carta Mejillones y Judias..riquisimas.los principales muy normalitos y ls patatas fritas de acompañamiento una pena, mejor no poner nada.. por ahorrar 3 minutos de fritura..ademas para un restaurante que pretende ser de cercania.. ningun vino Granaino por copas.. una desilucion..pues los primeros pedian un vino blanco y los principales un tinto.. pero como solo lo sirven por botella pues tinto para ambos..una lastima.. hay que cuidar mas..