La Cachorra Perdida en Conil de la Frontera

Descubrir rincones como La Cachorra Perdida es un verdadero placer para los sentidos. En plena terraza, con ese aire libre tan del sur y una atención impecable, vivimos una experiencia gastronómica que nos conquistó plato a plato. Comenzamos con un pulpo perfectamente cocinado, tierno y lleno de sabor, seguido de dos propuestas originales y sorprendentes: un croissant salado que rompía con lo esperado y un canelón que combinaba tradición con un giro muy bien logrado. Todo con una presentación cuidada al detalle. El broche final fue un postre espectacular, de esos que te dejan con la sonrisa puesta y ganas de pedir otra cucharada. Cocina creativa, producto bien tratado y un ambiente acogedor: nos encantó. Volveremos seguro. Porque cuando hay alma en la cocina, se nota.

Comida de 10 el trato por parte del personal más que fantástico. El sitio es super acogedor y puedes entrar con tu perro, sin tener que pasar frío en la terraza. Gracias Vanesa por el trato y a tu compañero.

Muy ricos los platos y gran atención del personal.

Un pequeño y elegante restaurante con mesas al aire libre y un menú alemán. Tappas seleccionadas, entrantes sofisticados, buenos platos de pescado y carne. También hay menú infantil y de postres. Un festín para la vista y el paladar. Servicio muy amable (inglés y alemán) Siempre feliz.

El local es una típica casa antigua andaluza que me ha encantado. En cuanto a la comida todo muy bueno y bien de precio.

Sitio perfecto, comida de 10, se respira tranquilidad y amabilidad. Recomendable 100x100

Fuimos a comer con mis hijas, una de ellas celiaca y la comida buenísima con opciones sin gluten riquísimas y el trato excepcional, atentos y super simpáticos con las niñas! Muy recomendable por la comida y el servicio!

Fuimos a cenar un sábado por la noche. Éramos 3, teníamos reserva dentro. El acceso a la planta de arriba es por una escalera de caracol, sensación de seguridad, nula. Arriba el salón es agradable, pero hacía mucho frío. Revisamos la carta; una mezcla de cocina española con toques asiáticos, mexicanos…un poco de todo. Hicimos un par de consultas a la camarera, en concreto sobre los baos (nos los habían recomendado) y lo primero q nos dijo es “vienen 2 unidades”. Le planteamos pagar una unidad adicional, respuesta “que va”. Estas cosas me dan la sensación de que quieren hacer caja obligándome a pedir dos raciones, puesto q un bao no es algo fácil de compartir, pero venga, los pedimos, cuatro para que cada uno tuviera el suyo. Resultado, el bao más seco que me he comido en mi vida, el relleno, sin más. Aparte pedimos una ensalada (ok), la carrillera (buena) y un entrecot, la carne bien, las patatas más secas q el esparto. En general, sin más. Una de las bebidas (la segunda ronda) tardaron más de 20 minutos en servirla y en general el servicio fue muy lento. Hay muchos sitios en Conil en los que repetiría, este no es uno de ellos.