La Bruja Castellana en Palencia

El otro día fuimos mi pareja y yo, por primera vez a Palencia y estuvimos allí cenando, el lugar es maravilloso, pero sin duda el trato familiar y cercano de la dueña junto con el de la camarera lo mejor y sobretodo que delicia la Cena, espectacular es poco, además a mí pareja le encantó tanto el sitio, que el próximo viaje de mis suegros será allí y no será el último porque llevaremos amigos........ sin duda el lugar por excelencia en Palencia tiene un nombre y es LA BRUJA CASTELLANA

Estuvimos con familia y un perro Y el trato fue muy bueno ,el picoteo tbien ,aunque si me llamó la atención que los menús eran bajo pedido ,,la camarera muy agradable ,incluso nos puso un calefactor, lo recomiendo 💯

Si queréis comer fresco, bien echo y en un ambiente relajado....No lo dudéis este es el sitio adecuado. Y si encargas lo que os apetece...pues mucho mejor.

Un rico tapeo, estaba todo de 12 sobre 10. Tomamos 3 de pinchos de tortilla uno con chorizo, otro de boloñesa y otro normal, riquísimas las 3, unas Croquetas buenísimas y una ración de Champiñones al ajillo también muy, muy ricos. La verdad es que todo estaba al mismo nivel de siempre, buenísimo. Es un lugar que visitamos siempre que podemos, porque sabemos que saldremos encantadas con la comida y más aún con el trato de las camareras, son súper atentas, educadas y muy agradables. Y además puedes solicitar tu menú personalizado reservando con anterioridad. Recomiendo tanto si eres de Palencia como si pasas por allí, merece la pena hacer una parada y tomar algo.

La verdad es que nos sentimos como en casa. Es muy difícil encontrar restaurantes con un servicio tan personalizado, dado que trabajan con carta y bajo pedido. Tu llegas allí, dices lo que quieres comer y te lo preparan para el día de la comida o de la cena (reservado con antelación, obviamente) .Imprescindibles las croquetas con pollo asado, manzana y pasas, los caracoles con chorizo y jamón espectaculares, muy ricos los níscalos y cabe destacar el bacalao, extraordinario. También recomiendo el flan de café. Todo ello servido en mesa por Imelda, una joven muy simpática, atenta en todo momento preguntando si nos gustaban los platos, muy servicial y amable. Muchas gracias también a Cristina, la propietaria, una gran profesional con mucho talento en la cocina y con ganas de innovar. Muchas gracias por una comida familiar muy agradable.

Un trato excelente, ya hemos venido varias veces a cenar, desayunar o solo para picar algo. Las camareras muy profesionales y atentas y la comida buenísima, comida casera y de muy buena calidad.