La Bodega de Santiago en Yaiza

Descubrí este restaurante durante una cena con mi pareja. Optamos por sentarnos dentro al reservar (lo cual es muy recomendable si quieres asegurarte de comer allí). Disfruté de un chuletón de costilla al punto. Y no me decepcionó; la cocina estaba impecable y la carne estaba realmente sabrosa, ¡una auténtica delicia! Las guarniciones eran sencillas pero estaban buenas. Sin embargo, la carne llegó precortada, lo que me molestó porque los trozos estaban demasiado finos para mi gusto. Esto arruinó un poco mi experiencia. ¡Ojalá lo hubieran mencionado antes de servirme! De postre, pedí la tarta de queso, ¡que se sirve de una forma muy original e inusual! Sin embargo, ¡el sabor es realmente extraordinario! ¡Estaba buena, muy, muy buena! En general, nos atendieron muy rápido, lo cual fue un detalle agradable. Por otro lado, nos dieron dos rebanadas de pan (una para cada uno) con mantequilla para dos, que nos cobraron 2,50 € cada una. Para alguien que no conozca estas prácticas, tan comunes en Lanzarote, esto puede resultar desagradable. Personalmente, lo había visto en la carta, pero también habría agradecido que el personal nos hubiera informado si queríamos este pan (que no pude terminar, ya que me lo quitaron sin darme cuenta). Atendimos a cinco personas diferentes durante el servicio, lo cual no es lo ideal. Una o dos personas habrían sido mejores y más acordes con el estándar del establecimiento. Al final, una factura de 100 € para dos personas (2 platos + 2 refrescos + 1 botella de agua + 2 postres), un poco caro para todo el menú, pero aun así le doy 5 estrellas porque la carne realmente vale la pena, aunque no volvería si se presenta la oportunidad porque las guarniciones están demasiado descuidadas.

Restaurante con mucho encanto, con una preciosa terraza bajo la sombra de un gran árbol. Servicio de 10 y comida espectacular. Pedimos un arroz de bogavante que tenían fuera de carta y puedo decir que es uno de los mejores que he probado jamás. Muy buena relación calidad-precio. Sin duda, volveremos.

Nos ha encantado, son súper atentos y está todo riquísimo. La tarta de queso ESPECTACULAR!!!! 😍

Un sitio muy bonito con una terraza espectacular a la sombra de un ficus enorme. La comida exquisita y el trato fabuloso.

Muy buen restaurante de comida tradicional majorera llevada al máximo nivel de la cocina moderna, el servicio es muy atento y profesional pero me hubiera gustado más cercanía personal. La comida y el producto es de mucha calidad, no es barato si vas pensando en el típico bar canario pero es acorde el precio al tipo de comida que vas a tener. Probamos los tomates aliñados, el ceviche, la cabra o baifo y de postre el gofio. Todo de 10. Con agua y cerveza 88€. Se necesita reservar.

¡El ambiente más hermoso de toda la isla con la puesta de sol y la comida era simplemente divina! Muchas gracias, volveremos. (No olvides probar el ficus mini/chocolate, se recomienda reservar)

Todo genial, el jefe de sala muy bien todo, y la comida genial. Falta volver otra vez. Precio pica un poco quizás pero lo vale la verdad. Volveremos pronto.

Este es un restaurante encantador, la comida es realmente buena, el ambiente es agradable, tanto al aire libre como en cualquiera de las opciones interiores/cubiertas. Comimos dos veces aquí durante nuestras vacaciones, volviendo después de nuestra primera excelente comida. Lo que lo decepciona enormemente es el servicio frío: es bastante profesional, pero no es nada cálido. Noté que algunos clientes fueron tratados mejor que otros; parece haber cierta presunción sobre quién eres. También tienen una pequeña barrera muy extraña que impide a los clientes cruzar un umbral imaginario; al instante se siente como una barrera de acceso. Muchos restaurantes, incluso los más prestigiosos, ahora se dan cuenta de que un servicio abierto y relajado les da mejores resultados. ¿Por qué un lugar tan común y corriente crea una barrera tan obvia? (Realmente me sentí raro). Es una verdadera lástima, porque el ambiente y la comida son geniales; solo un poco más de calidez y amabilidad por parte del personal haría de este un lugar excelente.

Un restaurante sobresaliente muy recomendable los entrantes los platos y la postres hay una extensa carta y todo muy suculento. Está en un entorno natural que invita al relax.

Lugar tranquilo y romántico en interiores. También había una terraza al aire libre y vidrio - espacio cerrado que parecía encantador. Definitivamente solo ingredientes frescos y locales, incluyendo carnes. Nos encantaron las opciones vegetarianas, incluyendo albóndigas veganas con mojo y hummus (no somos veganos, pero disfrutamos de las verduras) / muy sabrosas y muy bien presentadas. Pudimos comer alimentos que no estaban disponibles en los Estados Unidos, incluyendo cochinillo asado y cabra. El personal era muy amable. Gran selección de vinos, incluyendo bodegas locales, así como vinos españoles más oscuros (como algunos de Extremadura).