La Bodega de Santiago en Yaiza

Lugar espectacular, trato muy bueno y comida muy rica. Para repetir

Después de hacer una ruta de varias semanas por distintas Islas de las Canarias este fue sin duda el mejor restaurante donde comimos. La atención fue muy buena, el sitio fantástico y sobre todo la comida y el producto excepcional. Lo mejor sin duda fueron las garbanzas que aunque con calor nos supieron a gloria. Por poner alguna pega se la pondría al postre que pedimos, lo cual fue mala elección nuestra. Pedimos el minificus de chocolate que sin estar malo, ni mucho menos, no estuvo a la altura del resto de la comida. Creo que si hubiésemos pedido el postre de queso la hubiéramos redondeado. Ahora bien, no es un sitio barato, la calidad tiene un precio y es necesario reservar o al menos muy aconsejable. No hay problema de aparcamiento dado que tiene dos explanadas para el mismo.

Un lugar increíble, imprescindible en la isla... ¡Ve y descúbrelo! No es barato, precios casi suizos...

Buena comida. Buen género y buena presentación. Servían vieja con salsa, se indicó que no se quería salsa y se nos respondió que se presentaba en una jarrita a parte. Llegado el momento, se sirvió la vieja y sin preguntar el camarero escanció la misma sin consultar. De postre pedimos un helado de limón y se nos sirvió de pistacho. Señalamos el error y la respuesta fue que no tenían de limón. Esto puede ocurrir, no pasa nada, pero nos pareció inadecuado que no se nos consultase.

Todo muy rico, y buen servicio. Hay que reservar...

Hemos estado en Lanzarote 1 semana y sin duda la Bodega de Santiago se lleva el primer puesto, la comida un espectáculo, el sitio super acogedor y la atención inmejorable, con especial mención a Javi. Sin duda alguna repetiría una y otra vez.

Una experiencia espectacular de principio a fin. La calidad de cada plato, desde los entrantes hasta el postre, es sobresaliente. El ambiente no se queda atrás: la terraza, bajo un increible ficus que da una sombra muy agradable. Sin duda, un lugar que invita a volver.

Teniamos las expectativas altas pero lamentablemente no fue una experencia de 10. El camarero no anotó bien el orden de los pedidos y 2 de las 4 personas estuvieron esperando su plato durante 1 hora. Servicio algo anárquico y desorganizado. El camarero inicial que anotó los pedidos acabó desapareciendo y después ya no sabías a quien dirigirte, lo que retrasó que alguien te atendiera para pedir el postre. Postre, por cierto, que solo disfrutó uno de los comensales pues incomprensiblemente no tenían dos de los postres más famosos (tarta de queso y mimos de lanzarote), y ello a pesar de que fuimos de los primeros comensales en entrar, previa reserva.Uno de los camareros, además, cuestionó (de forma no muy amable) la existencia de una de las cervezas "tropical reserva", a pesar que la misma estaba indicada expresamente en la carta. Las papas sin nada a destacar, el solomillo exquisito. Una lástima porque teníamos mucha ganas de probar este restaurante.

Un restaurante sobresaliente muy recomendable los entrantes los platos y la postres hay una extensa carta y todo muy suculento. Está en un entorno natural que invita al relax.

Es el mejor restaurante de Lanzarote. Producto de alta calidad, cocina sencilla y trato exquisito. El restaurante se encuentra en un edificio muy agradable y la terraza es genial si hace buen tiempo.