La Bendita en Zaragoza

Un sitio precioso y tranquilo para charlar con un amigo. La luz que entra por sus enormes cristaleras es un regalo que relaja, y resalta la decoración cuidada del lugar. Amable y correcta la camarera (no siempre lo ha sido algún camarero).

Buen ambiente para tomar un café y charlar un rato.

Buen café con leche y variedad de bocadillos y pasteles

Tengo una preferencia por los ambientes oscuros en general para disfrutar,y este cumple a la perfección con eso,además de disponer de buen servicio de empleados,que tratan con mucha amabilidad a la clientela,y unos precios de amplio rango dependiendo de lo que decida tomar. Si pasas por el centro es un buen lugar para quedar o descansar un rato.

Buen ambiente, buenas tartas, solo que algo caro

La Bendita es un local en el que lo cafés sin muy buenos, el local es precioso, espacioso, pero tienes varios peros... El precio es dignl de un pub... De hecho te cobran diferente pasadas las 22, pero el horario anterior es aún así bastante caro con lo que Dan... La sonoridad del local es cargante... Un barullo general de gente, aunque la gente no hablase alto ni mucho menos y todo el mundo sentado.. Pero era muy incómodo el ruido que se genera, supongo que por mala distribución del local... Además tuve un pequeño problema con una camerera, que nos cobró por datáfono sin dar el ticket y sin ofrecer copia del recibo, me pareció abusivo el precio, y le reclamé el ticket, me devolvió tras enseñarle el pago de mi banco y aún así, le tuve k reclamar el ticket y me trato como si no confíase en ella.... En fin.... Mal servicio, mal sonoridad, caro local... No lo recomendaría.

Sitio genial para tomarte un café o comerte una buen trozo de tarta, el servicio es excepcional. Un trato al cliente impresionante. Calidad precio muy buena. Muy recomendable.

Muy buen lugar para tomar un rico café con sus tartas 🎂

Se rata de un sitio muy coqueto en el centro de Zaragoza con una atención rápida y buena calidad. Los precios ajustados y buen trato

El sitio es encantador, con un estilo de finales de siglo XIX en pleno centro de Zaragoza. Música tranquila para tomar unas cañas o unos cafés con unos dulces después de comer