Kausa Taberna en Gijón

Todo rico, bien, carta amplia. Cocina peruana y variedad de japonesa, Bonita decoración, servicio correcto. Repetiría.

Comida para dos , buen producto ,bien elaborado. Los camareros muy atentos , saben aconsejar y el servicio es rápido .La calidad-precio adecuada. Volveremos

Excelente equipo y atención, un sitio diferente en Gijón, con el respaldo de Coalla

Todo lo que hemos pedido nos ha gustado muchísimo. Los platos en general son abundantes y nos han gustado mucho. El camarero un encanto. Volveremos sin duda. Es un gusto que haya algún restaurante diferente en Gijón.

Kausa Taberna siempre es una buena elección. En esta ocasión elegimos para 4 personas: - Gyozas - Ceviche de corvina - Nigiri de wagyu con yema trufada - Chaufa Kausa - Lomo salteado al wok De postre elegimos uno de cada y estaban todos muy ricos, pero el “Suspira por mí” fue nuestro favorito. La atención y el ambiente, de 10. Sin duda, uno de nuestros restaurantes favoritos en Gijón.

Muy recomendable . Barato no es pero caro tampoco

Muy buena atención, con unas recomendaciones muy acertadas, servicio atento sin ser excesivamente constantes, muy amables y profesionales. Ambiente agradable, personal y fresco. Y sobre la comida, de sabor propio, nada industrial y acorde con la imagen que proyectan, rico, con sabor y buena cantidad. Sin duda, muy buena elección. Gracias!

No hemos comido pero tomamos unos vinos en la barra por recomendación de la bartender. Da gusto ver gente joven con tanta sabiduría y amor por la hostelería. Gracias Cova

Desde hace tiempo tenía ganas de ir a Kausa, y me he sorprendido gratamente. No solo por la comida, sino por la atención y el buen ambiente que se siente en todo el restaurante. La propuesta gastronómica de Kausa Taberna es una fusión de la cocina peruana y japonesa, adaptada con ingredientes locales asturianos. Comenzamos con una causa peruana acompañada de ventresca de bonito, una combinación que resaltaba los sabores del mar Cantábrico con la suavidad de la papa peruana. El ceviche de marisco, con su leche de tigre de ají amarillo y chicharrón de calamar, ofrecía una explosión de sabores cítricos y texturas crujientes. Los nigiris fueron una verdadera delicia. El arroz chaufa, con su mezcla de ingredientes salteados al wok, y los rigatoni con salsa huancaína, langostinos y zamburiñas, espectaculares. Sin duda, un restaurante para repetir y recomendar.

una comida muy buena, un servicio excelente y la música mejoró mucho cuando las camareras pudieron elegir