JUMANJI Spaghetteria & Specialita' Italiane en Arona

Comida muy sabrosa, fresca y muy buena, servida con habilidad y amabilidad por Erica.

Un buen restaurante de cocina piamontesa, con excelentes entrantes y unos deliciosos espaguetis con lima y huevas de lomo. El Stanchetto quizás merecía un poco más de tiempo de cocción. La cuenta fue muy justa. Sin duda, volveremos.

Pasando por delante del restaurante no te das cuenta, ¡es más, no lo ves en absoluto! Volviendo a tu propia calle, y conociendo la dirección exacta, ves finalmente que la dirección corresponde a unas pequeñas puertas de cristal en una de las cuales está escrito el nombre del restaurante en caracteres de dos o tres centímetros de alto... en este punto notas un pequeño cartel, pegado a la pared, donde se repite en caracteres extraños que harían feliz a un paleógrafo, que, descifrados, revelan, allí, la presencia del restaurante... en la puerta ni carta ni, mucho menos, ningún precio indicado... y en este punto notas en la acera un cartel, como un caballete, que te informa de la posibilidad de un menú de precio fijo sin indicar el contenido de los platos sino solo de un primer plato genérico seguido de un segundo plato etc. y el precio total... Finalmente dentro, nos recibe un olor a lejía que nos tranquiliza sobre la higiene del lugar, pero que no nos permite imaginar las delicias y manjares que, con suerte, podríamos esperar. El ambiente era frío y vacío (los radiadores se apagaron a mediados de noviembre, tanto que comíamos con cortavientos). Afortunadamente, el frío se calentó con la amabilidad de la dueña y los platos que nos trajo, aunque los espaguetis (muy al dente, casi rotos al dente) que deberían haber sido del leñador (con tocino, nata y champiñones) habían perdido los champiñones quién sabe dónde. La ternera con salsa de atún estaba buena y abundante, aunque hubiera preferido sacarla de la nevera un poco antes. Albóndigas de verduras con guarnición excelentes, raviolis del plin con ragú regulares, un poco como una cantina de empresa... y, me olvidé, si pides agua mineral con gas, te traen, sin preguntar antes, agua del grifo con gas carbónico añadido y no agua mineral embotellada: estaría bien que te preguntaran primero qué quieres... en resumen, comes sin infamias ni elogios, sacias tu hambre a un precio muy honesto: pero no volvería de Turín a Canelli solo para venir a comer aquí. Lástima, porque con unos pequeños ajustes, este pequeño restaurante tendría mucho potencial... esperemos que para mañana...

Fueron muy amables y serviciales a la hora de preparar alimentos adecuados para mí, que lamentablemente tengo muchas limitaciones... Compraron específicamente chuletas de cordero para asar y excelentes ñoquis sazonados con tomates cherry y albahaca. El plin, la ternera con salsa de atún y los melocotones al horno que comió mi marido estuvieron excelentes. Taberna muy sencilla y limpia.