Iturgitxi en Plentzia

Es un bar de Palencia que me gusta bastante

Un bar de toda la vida, con sabor auténtico El Bar Iturgitxi es de esos sitios que transmiten historia nada más entrar. Un bar de toda la vida, donde se respira cercanía, buen rollo y tradición. Aquí no hace falta disfrazar nada: la comida es casera, sabrosa y sin pretensiones. Las croquetas, los chipirones o una buena ración de tortilla saben aún mejor acompañados de una caña bien tirada y una charla con los de siempre. El trato es cercano, como si fueras de la casa, y el ambiente es cálido, tanto si vas con amigos como si paras solo. En tiempos de bares modernos, se agradece encontrar lugares como este, donde lo auténtico sigue siendo lo que manda. Un clásico de Plentzia que nunca falla. Volveré, sin duda.

Vermuth-almuerzo de pinchos !! Chipios frescos buenísimos !! Tigres de categoría, lo recomiendo !! Una burguer de buena carne y bien preparada!! Todo fantástico por 20 € !! Terraza muy bonita !! Volveremos a volver !!

Comimos unas croquetas y txipis, estaban buenísimos, pero la atención de los camareros dejaba ucho que desear, igual tenían un mal día.

“Una experiencia gourmet inolvidable 🍔” ⭐⭐⭐⭐⭐ Cuando supe que este restaurante ofrecía hamburguesas de Kobe en un pequeño pueblo de 5.000 habitantes, supe que estaba ante una joya gastronómica oculta. Y vaya que lo estaba. La hamburguesa, bautizada como “Delicias de Kobe”, es un prodigio culinario que redefine el concepto de sequedad. Cada bocado me transportaba al Sahara: una experiencia desértica y única, perfecta para quienes buscan hidratarse con cada sorbo de refresco. La carne, claramente trabajada con esmero, probablemente fue masajeada a golpes y alimentada con serrín premium antes de ser cocinada al punto de la extinción. La textura crujiente del pan, que sin duda pasó años en una vitrina como obra de arte contemporáneo, añade un toque de exclusividad que pocos paladares sabrán apreciar. Acompañada con tres papas fritas contadas (¡qué elegancia la moderación!), y un ketchup servido en sobres que parecen ser vintage de 1998, esta hamburguesa es una declaración de minimalismo culinario. En resumen, es un lugar que sabe lo que hace: porque para ofrecer algo tan único como una hamburguesa de Kobe que desafía las expectativas, hay que ser valiente. Recomendado para quienes buscan salir de su zona de confort… o probar una hamburguesa que hará historia.