ISAIAS SANDINO RONCERO en Amorebieta-Etxano

Un lugar estupendo con comida de alta calidad, buena música y un servicio impecable. Volveré.

Encontramos este bar por casualidad (teniendo casa en Cala Llonga) y nos enamoramos al instante. Un sitio muy coqueto con muchos asientos (además de sillas, también hay sofás). Un sitio genial para tomar una cerveza o pasar una tarde tranquila. Cerveza fría a buen precio (algo que no se encuentra en Ibiza), comida muy buena (los nachos y las empanadas están buenísimos). Mención especial merece el personal: gente joven y amable que siempre te recibe con una sonrisa y te hace sentir como en casa. ¡Sigue así!

Excelente personal del bar, buen lugar para relajarse y tomar unas copas, así como también para comer algo.

Las mejores margaritas de Ibiza

Un lugar precioso con un ambiente muy lindo para sentarte a comer rico y tomarte unos cócteles !

Hermoso lugarsito, tiene toda la onda! Buenisimos mis drinks y la buena onda de los chicos!

Muy buena onda! Ideal para tardeo y copas.

Excelente lugar, ambiente y atención! Los chicos muy amables ♥️

Santino es la joyita escondida que no sabías que necesitabas en Ibiza. Desde que llegás, te envuelve una vibra mágica, con esa onda hippie que te hace sentir en casa aunque estés a miles de kilómetros. Las luces tenues, los detalles bohemios y la música que parece elegida especialmente para vos, crean el ambiente perfecto para dejarte llevar. Los tragos son un viaje de ida. Probamos varios y todos estaban increíbles, pero si vas, no te podés perder el mojito —fresquito, equilibrado, con ese toque justo de menta que te hace cerrar los ojos y suspirar. Encima, ¡tienen happy hour! ¿Qué más se puede pedir? Para acompañar, pedimos unos nachos que estaban buenísimos. Crocantes, bien servidos, con queso fundido y todo lo que tiene que tener para que no quieras compartir ni un bocado. Y lo mejor: la atención. Las personas que trabajan ahí te hacen sentir como parte del lugar, con una calidez y buena onda que no se encuentra en todos lados. Se nota que disfrutan lo que hacen, y eso se transmite en cada detalle.

Los cócteles son un poco caros para la calidad. Más les vale. Como está en medio de una sala de estar, me da un poco de pena la gente que vive alrededor del bar; los clientes pueden ser ruidosos. El personal es amable, pero podría estar más atento con los demás clientes que con sus amigos.