IL Duetto en San Lorenzo de El Escorial

Monissimo el sitio. La comida me ha encantado.

Comida buenísima y el trato inmejorable. Un acierto total

Espectacular comida trato y servicio, desde hace 3 años una o dos veces al año nos hacemos 800 km para poder cenar aquí muy muy recomendable.

La pizza sin gluten la hacen ellos con masa casera y está espectacular, no te quedas con la sensación que te dan otras masas alejadas de parecerse a pan de pizza. El servicio es atento y amable. Súper recomendable

Buenas pizzas, buen servicio. Recomiendo reservar

Una cena estupenda y un trato inmejorable, no tuvimos que esperar para coger mesa pero es recomendable reservar previamente. Muchas gracias por todo

La atención de los camareros genial y la comida buenísima

Buena comida, buen precio, servicio rápido y muy atentos . Seguir así, pongo 5 estrellas!!!!

Estuvimos comiendo en la terraza, para celebrar mi cumpleaños. Nos encantó el trato ( ella y él ). Terraza y comida muy bien. No pude acabarme la pizza y ahora la echo de menos. Absolutamente repetible.

Fuimos al Il Duetto porque parte de los comensales había tenido buenas experiencias anteriormente. Pero desde que entramos, el camarero se encargó de dejarnos clarísimo (por si no lo pillábamos a la primera… ni a la segunda) que estábamos en un italiano. “Estáis en un italiano”, nos repitió como si estuviéramos a punto de pedir una paella o una tortilla francesa. Le preguntamos si tenían alguna pizza parecida a una carbonara, y nos soltó, sin rastro de sonrisa: “Esto no es un Telepizza”. Vale, mensaje recibido. Segundo intento: ¿Las pizzas son de masa fina o gorda? Respuesta: “Estamos en un italiano, ya os lo he dicho”. Y nosotros empezábamos a sentir que estábamos en el IKEA, pero sin albóndigas. Tercer intento fallido: preguntamos si alguna pizza llevaba salsa barbacoa. Resultado: la misma frase, por tercera vez. Lo mejor es que intentábamos hacerle señales para pedir cosas… y nos miraba como si fuéramos hologramas: directamente nos ignoraba. Creo que si le llegamos a pedir la cuenta, nos habría dado un diccionario de italiano y una brújula. Ahora bien, la comida… pues no estaba mal. Las pizzas eran correctas, la masa buena, los ingredientes de calidad, pero el sabor algo soso. Como si el cocinero también estuviera traumatizado por tanto “esto no es un Telepizza” y le hubiera dado miedo echarle sal. En resumen: camarero más borde que la masa. Y eso que no era ni fina ni gorda.