Lugar agradable, platos de buena calidad, precio justo, camareros muy amables, excepto la señora del mostrador que está más fría que un cubito de hielo.
Cuenta de una terraza muy bien ubicada con buena vista de los barcos y el puerto.
Pedimos unos pintxos variados y la verdad muy buenos todos. En especial el de bola de carne, estaba buenísimo.
Sitio recomendable!!