Hotel Villa Paulita en Puigcerdà

Hemos estado allí una noche. Muy bien la recepcionista y el recepcionista y la camarera del desayuno que era muy completo. La habitacion perfecta, a destacar la bañera y las vistas al lago esplendidas con los cisnes a nado y los plataneros y los desmayos. Llevamos coche eléctrico y lo hemos cargado totalmente en el parking que vale 20€. Dos pequeñas cosas en mejorar el agua de la piscina del spa muy fría, el resto el jacuzzi, las saunas y las instalaciones muy bien y la otra sugerencia es que a partir de diciembre podrían encender la chimenea. Lo hemos comentado y nos han dicho que estaban pendientes de la revision oficial para el buen funcionamiento. El restaurante es una preciosidad instalado en las antiguas caballerizas remodeladas con preciosas vigas de madera. Según la Wikipedia la Villa Paulita, también conocida como Torre Volart, es un edificio de Puigcerdà incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. El edificio original fue construido en 1884 por el maestro de obras y propietario Bartomeu Puig como parte de la urbanización Vora l'Estany, promovida por el farmacéutico barcelonés Salvador Andreu. En 1920, fue adquirida por el industrial textil barcelonés Ramon Volart i Costa y su esposa Paula Pich. Ramon Volart era un industrial barcelonés dedicado a las puntas. Aunque su padre también se había dedicado a estos tejidos especialísimos, fue el espíritu emprendedor de Ramon el que le llevó al centro de Europa en busca de maquinaria de última generación y de mano de obra especializada para instalar los primeros telares de España capaces de fabricar máquina los tules, blondas y encajes más delicados. Conciendido en la fábrica y sumamente creativo a la hora de diseñar nuevos dibujos para las telas, Volart recogió muchos éxitos con sus tejidos, que fueron premiados en las exposiciones de Barcelona (1888), Zaragoza (1908), Bruselas. las (1910), Barcelona de nou (1929) y Sevilla (1930), aunque entre las mejores recompensas estaban la de ser proveedores de los Reyes de España y vestir con las telas las ocasiones más solemnes de la clase alta en España: velos, echarpes, mantillas. En 1925, a raíz de la boda de su hija Elvira con Josep Maria Estany, Volart promovió importantes reformas. El matrimonio tendría tres hijos: Josep Maria, Ramon y Elvira. Por último, después de servir de casa de veraneo para cuatro generaciones de la familia, ha sido rehabilitada como hotel, conservando el nombre original y siendo regentada por la misma familia. Lo que se agradece.

Pongo 3 estrellas porque es lo que yo le pondría ya que 4 estrellas Superior me parecen excesivas. Paso a valorar: 5* Por el entorno que es espectacular y el edificio de recepción y jardines que están muy cuidados. 5* Para el personal tanto de la sala del restaurante como la limpieza y recepción. 4* Comida, poca variedad pero todo muy bueno y las vistas inmejorables. 2* Habitación, el baño es increíble pero, las paredes son de papel, se oye todo y cuando digo todo es todo, muchisima calor, tanto que no se puede graduar el termostato, tuvimos que desconectar el Fan Coil del cuadro de luces, la habitación en planta baja y no tienes intimidad ya que tienes que tener las cortinas siempre cerradas y no puedes ventilar la habitación. 0* Zona Spa.....Con lo que vale la noche ya deberían dejar entrar gratis a la zona de baños, pero no, te hacen pagar 15€ por persona y 1 hora, es excesivo ya que en cualquier otro hotel por ese precio te dejan aparcar hasta gratis, aquí 20€ la noche. Por lo general buen fin de semana pero no repetiría.

Muy buena ocupación en un bonito jardín al lado del lago. Habitación confortable, servicio y comida muy buenos. Lo recomiendo.

un lugar tranquilo, una hermosa sala de desayunos con vista a los cisnes y patos en el estanque personal amable

Ciudad muy bonita, hotel muy bonito y personal fantástico.

Hermoso hotel muy bien ubicado en el centro de la ciudad al borde del lago.

Un hotel realmente encantador con hermosas habitaciones con vistas al lago. Cama espaciosa y muy grande. Vale la pena pagar por las habitaciones del 1er piso. Muy serviciales y nos ayudaron con algunas solicitudes adicionales. Precioso spa que utilizamos también. Grandes baños con bañera grande.

Hemos pasado un fin de semana en Puigcerdà y nos alojamos en el Hotel. Las habitaciones correctas, Spa completo (el agua de la piscina grande muy fría, casi no nos pudimos poner), masaje muy bien, sin embargo, el buffet del desayuno muy escaso por el nivel del hotel y el precio del mismo comparando con otros sitios. Valoración final es que el sitio es correcto y muy bien unbicado pero calidad-precio lo hemos encontrado caro.

Ubicado justo a tocar del lago de Puigcerdà, las instalaciones son cómodas y muy bonitas. Tiene un spa sencillo por muy completo: jacuzzi, sauna de vapor, sauna finlandesa, piscina con chorros de agua a presión,... Las habitaciones, muy cómodas, nuevas en cuanto a su decoración pero integradas con lo que uno está del estilo del edificio. Con una cama grande y muy cómoda, y un baño funcional muy agradable también (muy ingenioso el cristal que comunica el baño con el dormitorio visualmente, para que la luz natural acceda al baño, pero con un panel deslizable del techo al suelo, para procurar más intimidad si se desea... Las recepcionistas, un encanto. Muy amables y atentas. Y lo mismo de la camarera del desayuno. Un 10 para el personal! Y, hablando del desayuno, impagable una mesa al lado del ventanal del lago. Las vistas son espectaculares!!

Situado al lado del lago en el centro de Puigcerdá, su posición es inmejorable. El hotel bonito, tranquilo, personal amable. El desayuno es muy básico para las estrellas que tiene.