Hotel Sicania en Cullera

Hotel tranquilo y acogedor.Muy limpio y muy buena atención del personal.Encantadora las chicas de recepción Volveremos.

Hotel familiar a pie de playa, como estar en tu casa volvemos año tras año.

Personal maravillos comida excelente 👌

Estuve en el hotel a finales de junio, principios de julio y me pareció un lugar perfecto para descansar y desconectar. La zona es muy tranquila, sin ruidos de coches ni agobios de gente, y lo mejor es que el hotel está justo en la playa (no en primera línea, sino literalmente en la arena). Tiene un ascensor que baja directo al caminito de tablas que lleva al mar. La playa es amplia, sin olas, y se pueden alquilar tumbonas para los huéspedes del hotel (a mejor precio que en otras playas). Es verdad que el edificio por fuera se nota que tiene sus años, pero por dentro está reformado. La habitación era moderna, igual que el baño, todo limpio y cuidado. La comida es tipo buffet. No es espectacular, pero sí suficiente. El desayuno me pareció muy bueno y variado. Lo que más valoro es que no era el típico hotel con colas ni codazos por coger comida. El personal de sala muy amable y atento. Como puntos mejorables: la habitación no tiene neverita, y si la quieres tienes que alquilarla (6 € al día). Tampoco hay secador, pero se puede pedir en recepción. Las bebidas del buffet no están incluidas, como es habitual, aunque me parecieron algo caras. Y aunque la playa está bien, como es bastante cálida es normal que haya medusas. Aun así, es un lugar muy tranquilo con una playa muy bonita, y para descansar y desconectar es perfecto. Yo repetiría.

Es un Hotel con ubicación inmejorable, comida buena , sus trabajadores son todos amabilísimos , no se puede pedir más...

Aunque es un hotel antiguo, es un hotel perfecto para los que les gusta la playa. Acceso directo del ascensor a la arena. Las habitaciones son un poco antiguas pero bien conservadas y grandes, con los baños reformados. El personal es muy atento y amable, de diez en general. El buffet está bien, sin excesivos platos pero los necesarios para poder elegir lo que te apetezca. Para los celíacos perfecto, están muy atentos y los desayunos con mucha variedad. Sin duda que será nuestro hotel de referencia en Cullera

El árbol está en una ubicación excelente. Frente al mar, con tumbonas y sombrillas en la playa. Es una playa muy bonita y poco profunda. El desayuno es muy variado y con muchos productos frescos. Las habitaciones están limpias y la pequeña piscina también. El personal es amable y paciente. Las habitaciones son espaciosas y tienen aire acondicionado. Parece sacado de los años 70, cuando se construyó. Sin embargo, me dijeron que algunas habitaciones están renovadas.

Luces y sombras. Es un hotel al que tengo cariño y queme gusta, pero ha tenido mejoras y peoras desde la última vez que vinimos, hace bastantes años. Mejoras: Las habitaciones están reformadas. En la nuestra (vista a la montaña) el baño está bien, es cómodo y hay aire acondicionado. Hay terraza, armario, televisión y caja fuerte. Peoras: los colchones (dos camas juntas) son bastante pobretones y son finos para estar sobre una base que es una tabla. Echo en falta una nevera en la habitación. Tampoco hay máquina de café o té, ni agua, ni zapatillas, ni ningún obsequio para el baño como en muchos otros hoteles. Gel, mini pastilla de jabón, papel higiénico y punto. Hace años eran gratis el aparcamiento y las tumbonas de la playa. Ahora cobran. También era muy buena la comida y los postres eran fuera de serie. Ahora se come bien (buffet) y a precio muy, muy razonable (19,50 adutos), pero lejos de lo que fue en otros tiempos. Un detalle que no me ha gustado es que algún día limpian las habitaciones que dan a la montaña después de la hora de comer, lo cual es impropio en un sitio de playa y descanso porque es la hora en la que muchos clientes lo que quieren es echarse la siesta. La playa es casi privada (hotel en primera línea) y cada vez tiene más arena por efecto del espigón. Hay que meterse bastante dentro para que cubra. Excepcional para niños pequeños. Mínimo peligro. La localización es de lo mejor. El Racó de Cullera es la zona menos concurrida y no hay aglomeraciones ni en fines de semana en agosto. El mejor sitio de toda la playa. He dudado entre las cuatro y las cinco estrellas porque la estancia es de lujo, pero creo que lo justo son cuatro por las cuestiones mejorables que he comentado.

Hotel en primera línea de playa. Bajas a la playa por un ascensor. Zona tranquila. La limpieza de las habitaciones necesita un repaso. Nos fuimos a desayunar, al volver el baño estaba sucio y la ventana abierta haciendo un calor insoportable en la habitación. En 3 noches nos picaron chinches en brazos y piernas. La comida poco variada, paella valenciana, paella con albóndigas, algún pescado, ensaladas y embutidos (chorizo, salchichón, jamón york). Tranquilo para ir con niños, lo malo que esta retirado de la zona de ocio. Hay trenecito con subida al castillo a unos 3 km. Lo más cercano es un Consum y un mini supermercado.

Hemos estado hospedados un fin de semana, hotel con una ubicación inmejorable , tumbonas de alquiler pegadas al hotel con precio reducido para clientes, piscina pequeña pero correcta, mejorable el servicio de limpieza de las habitaciones, igualmente repetiría el hospedarme en el hotel