Hotel-Restaurante Molino Grande del Duratón en San Miguel de Bernuy

La comida estaba muy buena, las vistas geniales. Recomiendo ir.

Comida de primera para un gran grupo de amigos Rapidez y calidad. El solomillo y la tarta de piñones espectaculares

Somos una familia de hermanos y primos de diferentes lugares de España, donde todos los años nos reunimos los 50-55 en un lugar para pasar 3 días en familia. Este año lo hicimos en este hotel y la experiencia no ha podido ser mejor, ya que reunía todo lo que necesitábamos. Habitaciones amplias, limpias, bien cuidadas y con camas maravillosas. Dos salones a nuestra disposición para las reuniones y tertulias familiares, una piscina climatizada extraordinaria, una comida buena y todo ello, con la amabilidad de Carolina y familia, donde nos dieron todo tipo de facilidades. Si le sumas el entorno con las barcas a pedales del hotel, para recrearse en el río viendo buitres, las posibles rutas por Sepúlveda y las vistas de las Hoces del Duratón, se hace una estancia inmejorable. Totalmente recomendable y muy agradecido a esa familia.

Disfrutamos un fin de semana especial con la mejor atención degustamos su exquisita comida y excelentes instalaciones del hotel

Fuimos solo a comer, y el lechazo era de 10, jugoso y con mucho sabor. Además, tiene muy buenas vistas al Duratón.

El hotel es muy bonito, muy limpio y el desayuno, quiza le falte algo de variedad, pero lo compensa el bizcocho casero, sin embargo la comida nos decepciono, esperabamos por las criticas una calidad excepcional, y no ha sido asi en absoluto. Una pena

Resumiendo ES PEC TA CU LAR , el sitio, el entorno, los kayak, la comida!!! Carolina y Chema con una atencion exquisita y cuidando cada detalle, le doy un 10* y seguro que volveremos!

¡Un hotel/restaurante de 10! Desde el momento en que cruzas la entrada, te envuelve una sensación de lujo. Cada rincón está decorado con un cuidado excepcional, prestando atención a los detalles que realmente marcan la diferencia. Las habitaciones son amplias y confortables, y ofrecen unas vistas al río que son simplemente espectaculares. El restaurante merece una mención especial: la comida es exquisita, preparada por las mejores cocineras. El menú es variado, ideal para disfrutar de una comida o cena inolvidable. Además, el servicio del personal de sala es impecable; trabajan con gran profesionalidad y su atención es inmejorable, haciendo que cada comida sea una experiencia aún más placentera. El hotel también cuenta con un salón con vistas impresionantes, perfecto para relajarse, así como varias terrazas donde puedes descansar y tomar un aperitivo después de un paseo en patín a pedales del propio hotel. También puedes disfrutar de la piscina climatizada, ideal para un momento de desconexión. Sin embargo, lo que realmente destaca en este lugar es su gente. Todo el personal es increíblemente amable y te hace sentir especial y único en todo momento, cuidando cada detalle para que tu estancia sea inolvidable. 100% recomendable, ¡sin duda repetiremos!

Las habitaciones no las puntuo porque no estuve pero seguro que estupendas,comida y la amabilidad del personal muy bien todo perfecto👍🙂

La ubicación es excepcional, la comida muy rica y se ven los buitres desde el comedor.💕💕💕