Hotel Posada del Lucero | Monumento Nacional en Sevilla

Fuimos con motivo de una boda, para estar las damas de honor y la novia todas juntas la noche de antes del evento. El trato que recibimos fue excelente, estuvieron atentos en todo momento para que no nos faltase de nada en un día tan especial. El buffet del desayuno súper bueno. Muchas gracias por el trato y la profesionalidad, muy recomendable.

Nos alojamos en Hostal Posada del Lucero por la boda de mi prima y de verdad que fue maravilloso. El sitio es precioso, todo cuidado al detalle, y nos hicimos unas fotos ideales porque cada rincón es bonito. Queremos destacar especialmente a Alfonso, que nos ayudó con toda la reserva y se encargó de que absolutamente todo saliera de 10. Su atención fue impecable y nos hizo sentir súper atendidos desde el primer momento. El resto del personal también fue encantador, siempre atentos y amables. Todo estaba limpísimo, la cama comodísima y el desayuno espectacular, de esos que te dejan con ganas de repetir. En general, una estancia de 10. Salimos encantados y sin duda volveríamos. Muy, muy recomendable.

¡Todo fue perfecto! Un desayuno buffet delicioso, todos muy atentos y amables. ¡Gracias por la botella de champán que nos regaló el hotel!

Al llegar a la recepción del hotel, supimos de inmediato que habíamos acertado. La cálida bienvenida que recibimos en el hotel más antiguo de España nos conmovió profundamente. Nuestra estancia fue sencillamente fantástica: personal atento y acogedor en todas las áreas, un increíble desayuno con opciones dulces y saladas, y habitaciones amplias y cómodas con un mantenimiento impecable a diario. Disfrutamos relajándonos en los acogedores salones, donde el servicio fue impecable: té, café, aperitivos y champán nos sirvieron con una sonrisa y una palabra amable. La noche antes de nuestra partida, nos esperaba una grata sorpresa: una botella de champán en una cubitera, acompañada de una servilleta blanca. Este detalle tan considerado nos conmovió profundamente. Gracias a todo el equipo del Hotel Posada del Lucero, un auténtico Monumento Nacional. Lo recomendamos sin reservas.

No es hotel para invierno. El personal extraordinario y muy amable y el desayuno estupendo. Sin embargo, no es comprensible que no funcionen a la vez el aíre acondicionado y la calefacción y que necesiten varios días para cambiar. Consecuencia: nos tocó el frío con el aire acondicionado, bien es cierto que para la segunda noche nos cambiaron de habitación. Además, como los patios no están techados, el frío campa a sus anchas. Cosas menores: sin escobilla ni jabonera en los aseos.

La bienvenida del viernes por la mañana fue muy agradable y ya teníamos una habitación lista. Esto nos permitió salir a hacer turismo sin preocupaciones ni tener que cargar con el equipaje. La habitación doble superior era preciosa y de un tamaño cómodo. El edificio es impresionante y justo como nos gusta. Un aspecto particularmente destacable de este hotel es el excelente personal. Siempre amables y atentos en todo momento. Como estábamos en Sevilla durante el que probablemente fue el fin de semana largo más lluvioso del año, agradecimos mucho la calidez del personal, que nos ayudó a olvidarnos del mal tiempo. Muchísimas gracias, y sin duda volveremos pronto.

Este fue mi lugar favorito durante mi viaje por España y Portugal. Justo hace un trabajo excelente y hace que este lugar sea inolvidable. Es muy amable y servicial. Me organizó un taxi para llevarme al aeropuerto por unos 30 euros. Es muy simpático y tiene una personalidad fantástica; se nota que está orgulloso de representar a este hotel. Sin duda, volveré a alojarme aquí. Te reciben con vino y bebidas a tu llegada. Las habitaciones son amplias y preciosas. Todo el hotel es impresionante e histórico. La habitación estaba impecable y la limpiaban a diario. El refrigerador ofrece bebidas de cortesía que reponen cada día. El desayuno buffet es maravilloso, con muchísimas opciones. Hay tres máquinas de café, así que no tendrás que esperar mucho para disfrutar de tu delicioso café. Merece la pena, sobre todo para personas con gustos exigentes como yo, que a veces tienen problemas para encontrar algo que les apetezca comer el resto del día. Las habitaciones están impecables y las limpian a diario si lo solicitas.

Tuvimos una estancia maravillosa. El hotel está muy bien ubicado. La habitación era amplia, cómoda y estaba muy bien cuidada, lo que nos permitió relajarnos fácilmente después de un largo día. El desayuno fue excelente, con muchas opciones frescas y una buena variedad. El personal fue increíblemente amable durante toda la estancia y siempre dispuesto a ayudarnos en lo que necesitáramos. Sin duda, volveríamos a alojarnos aquí.

Una magnífica estancia de 6 noches en este hotel. El entorno, la ubicación, las cómodas habitaciones, el desayuno, pero sobre todo la cálida bienvenida y la amabilidad de todo el personal, sin excepción, hacen las delicias de los huéspedes. Todo ello en una ciudad vibrante cuya belleza arquitectónica es un auténtico descubrimiento.

Hotel precioso, personal amable, desayuno excelente, habitaciones limpias y espaciosas.