Hostería del Mudéjar en Velayos

Excepcional!! Como en mi propia casa. Trato excelente , cocina excelente, tranquilidad a tope. Si pasas por Ávila no dudes en alejarte unos metros para diafrtutar de esta maravillosa Posada.

- El Pueblo: Velayos es un pueblo muy tranquilo. Algunos datos: hay una gasolinera a la entrada del pueblo, tiene una cancha de baloncesto/fútbol 5/balonmano en espectacular estado y abierta. Hay un restaurante que no probamos, pero se veía muy bien y un par de bares. - El alojamiento: habíamos leído todo tipo de comentarios. Resumiremos nuestra experiencia: Félix, el dueño, un encanto de persona. Estuvo preocupado de que estuviéramos cómodos, contentos y tuviéramos todo lo necesario durante toda la estadía. Nos comentó que hace 15 años hicieron la restauración de la hostería y el esfuerzo que conllevó. Incluso, al ser el primer partido de España por la Eurocopa, nos invitó a verlo junto con él y su familia. Todos encantadores. - El hotel: impecable, es muy bonito, está en perfecto estado e impecable. Es muy tranquilo, tiene varias áreas para disfrutar: un restaurante/desayuno muy cómodo, una sala interna, una terraza y el área de piscina/bar. La piscina estaba muy limpia a diferencia de comentarios que he leído. El área de piscina también, con asientos de todo tipo tanto sobre terraza con sombrillas como sobre césped. Es un oasis en medio de un pueblo muy tranquilo y con gente muy amable. - Las habitaciones: están decoradas con mucho gusto y siguiendo el estilo de la hostería. Las aberturas nuevas que no dejan filtrar nada. El suelo y el baño nuevos y en perfectas condiciones. La habitación muy limpia, lo mismo que las tollas y la cama. No he visto nada de lo que han comentado en otras reseñas, siendo sincero. Una habitación de buena tamaño, cómoda, con wifi y un tv. - El desayuno: muy buena calidad de productos, Félix te pregunta qué quieres desayunar (nos ofreció tomate recién triturado y tostadas que estaban exquisitas), además de lo que hay en el buffet. La calidad del queso, jamón, etc. muy buena y el café muy rico y fuerte como me gusta. Nada que objetar. Pudimos ver que hay una sala de para reuniones para unas 30 personas calculo que viene bien al ser un pueblo cercano a Madrid, Ávila, etc., tranquilo, y con facilidad de aparcamiento en la puerta. - En conclusión: en nuestra experiencia no vimos nada de lo que hemos leído previamente, fuimos en pareja, la pasamos muy bien, apenas entras a la hostería se respira paz y sirve para relajarse del estrés de la ciudad y el trabajo. Sin duda volveremos en un mes aprox. para disfrutar el buen clima y escapar un poco más de la ciudad, además refresca por las noches con lo cual es un placer para dormir. Espero les sirva para que se animen a visitar esta hostería, ya que a mí me generó dudas por algunos comentarios, pero fue todo lo opuesto y me alegro de haber ido, y volveré. Muchas gracias Félix y familia, nos hicieron sentir como en casa :)