Hostal Montsoliu en Arbúcies

Hemos comido , por lo que en cuanto a hospedarse no podemos opinar. El servicio y la comida buenísimos!!!

Tenía que estar en la Feria del Tió y aunque hemos ido muy tarde a comer nos han atendido muy bien, el almuerzo de muy buena calidad, recomendar el postre de mousse de chocolate con escamas de sal, aceite y Carquinyoli sorprendente

Ha sido un almuerzo, hemos esperado 45 min, habiendo reservado. La comida lo suficientemente buena, pero yo he pedido canelonas y han traído lasaña, y después decían que no… que iban a preguntar, y ya no han vuelto, el Servicio, regular: las camareras muy estresadas, han traído el menú a mi acompañante, cuando todavía no teníamos ni vasos ni bebida. Y con el menú no han traído pan. Por lo demás, todo bien

Nunca me he quedado en el hostal pero como restaurante, local, servicio y comodidad es un sitio ideal y super recomendable para ir con toda la familia, una cita especial o incluso con los compañeros del curro. Unos jardines interiores y terraza enorme, pizzas al horno de piedra, buena carta a la brasa y cocina catalana tradicional, buenas raciones, buen precio.. ¿qué más se le puede pedir a un sitio?

Hostal con un montón de detalles y ambiente vintage. Desayuno fantástico y buena comida en el restaurante. Es un lugar precioso para un fin de semana en la montaña. Personal super atento y precios asequibles!

Hostel vintage que admiten mascotas. Tienen restaurante asequible. Ideal para pasear por el pie del Montseny. Muy recomendable

Muy antiguo el Hostal, pero muy agradable de verlo y buen olor a la antigua buena, echaba de menos y he tenido esa nostalgia mágica y muy simpática la que me atendió

Nos acogieron maravillosamente , ubicación y comida magnífica

Hostal muy curioso , si buscáis modernidad no la encontrareis pero al mismo tiempo es acogedor

Hostal con encanto y una estética muy retro. Instalaciones y mobiliario realmente genuinos. Un fantasía. Fui con una reserva de tres días y dos noches. Los dos primeros días estuvieron cerrados el restaurante y la recepción pero no tuve ningún problema con el check-in ni con la estancia. Estaba tan agusto que decidí alargar mi estancia una noche más. Pese a la temperatura del agua, pude disfrutar de la piscina del hostal, a la que se accede atravesando el patio del restaurante y que permanece accesible en todo momento para los huéspedes. Al estar cerrado el restaurante, se respiraba paz y tranquilidad tanto de día, como de noche. Por contra la última noche, en que ya estaba abierto el restaurante, no fue tan tranquila al estar la habitación justo encima del patio. Se oye absolutamente todo. Aunque el problema no venía del restaurante en sí, sino que a su cierre, sobre las doce de la noche, a algunos de sus trabajadores les pareció buena idea salir al patio a tomar el fresco y charlar animosa y largamente. Hasta que me cansé, y a la 1.45h de la noche, les pedí desde el balcón que dejasen dormir a los huéspedes. Acto seguido, se hizo el silencio y apagaron las luces. En general ha sido una excelente experiencia si no tenemos en cuenta los hechos de la última noche. Tengo claro que repetiré en caso de volver a Arbúcies.