23/05/2025: La Finca – ¡Una visita obligada en La Manga Club!
Desde el momento en que cruzas las grandes puertas hacia el encantador patio de La Finca, sabes que te espera algo especial. No es solo una cena, es toda una experiencia. Te reciben cálidamente la encantadora Patricia y la simpática Anna, que al instante te hacen sentir más como un viejo amigo que como un invitado.
Comenzamos la noche en un acogedor salón con un par de cócteles espectaculares (preparados a la perfección por Anna; no pudimos parar solo con uno). Mientras saboreábamos, echamos un vistazo a la cuidada carta y picamos un delicioso canapé de cortesía: un pequeño adelanto de la magia que nos espera.
La carta es el sueño de cualquier amante de la gastronomía: cuidadosamente elaborada con opciones para todos los gustos, sin resultar abrumadora. Nuestros entrantes son un éxito rotundo: un carpaccio de ternera tiernamente tierno y un suflé de queso de cabra exquisito, acompañado de una delicada ensalada de pera. ¿Ese suflé? Ligero, esponjoso, lleno de sabor… sin duda, se merece un aplauso.
Como platos principales, lo apostamos todo: carrillera de res, panceta de cerdo y venado. Cada plato fue una obra maestra de comodidad y sofisticación. La carrillera de res se derretía en la boca, con una salsa tan rica y aterciopelada que debería venir con una advertencia. ¿Y la panceta de cerdo? Esa piel crujiente era la perfección absoluta. El venado estaba cocinado a la perfección, y la col lombarda que lo acompañaba… no sé qué magia le puso, pero nos hizo sonreír de oreja a oreja.
Maridamos nuestra comida con una mezcla de vinos tintos y rosados, y cada sorbo realzaba aún más los platos. El vino realmente lo hace todo mejor, especialmente aquí.
Para terminar, me decidí por el Eton Mess, y déjenme decirles: he probado bastante a lo largo de los años, pero este, este, gana. Capas de sabor, perfectamente equilibradas: ¡fue el mejor Eton Mess que he probado, con diferencia!
Aunque no conocimos a los chefs, su talento habla por sí solo. Cada plato era una obra de arte: presentado con esmero, repleto de sabor y claramente elaborado por maestros de su oficio. ¡Me quito el sombrero ante el equipo que trabaja tras bambalinas!
Pero ¿qué hace que La Finca sea realmente inolvidable? Su gente. Anna y Patricia no son solo anfitrionas, son el alma del lugar. Su pasión, conocimiento y genuina calidez realzan cada plato y cada conversación. Te vas no solo lleno, sino radiante.
Si estás en La Manga Club y no visitas La Finca, te estás perdiendo algo realmente especial. Así que sí, no es solo una visita obligada. Es una visita obligada. Créeme.
09/05/2025: El mejor restaurante de la manga club!! Muy acogedor y la comida era increíble, sin duda volveremos.