Historias Para No Dormir en Santa Cruz de Tenerife

Me encanta este lugar! El queso con cebolla y los postres son una locura. Todo tipo de carnes y para los vegetarianos ,si avisas con antelación, preparan unos platos increibles!

Bienvenida muy amable. Cocina casera deliciosa y abundante desde el primer plato hasta el postre. ¡Servidor multilingüe y de primera categoría! Comimos una chuleta de cerdo negra grande con salsa de cítricos y guiso de jabalí. Nos divertimos.

Un lugar increíble en las montañas de Anaga. La comida era excepcional, el personal era amable y muy servicial (se podría decir que nos salvaron el día). Estoy tentado de escribir que íbamos a ir a la misma caminata de nuevo solo para comer aquí de nuevo. Encima o eso, la vista del Roque del Taborno era impresionante!

Excelente comida, grandes porciones y un gran servicio. La ubicación es preciosa, el camino bastante largo, pero extremadamente pintoresco.

Una opción grande. Comida canaria - con toques de francés, excedente y sorprendente cocina, especialidad con carnes, fresca y excelentemente elaborada en su punto. Buena bodega vinos franceses y del país. Servicio muy atento, información de los platos, a su aire (ni muy rápido ni demasiado lento) pero muy empático. Ambiente con unas vistas inmejorables, y muy familiar, con un pueblecito encantador. Principio y final de muchas, muy bonitas y recomendables rutas. Ni hay pocas mesas, encomiende si no quiere tener una sorpresa desagradable. Y procurar llegar con tiempo para aparcar. Un lugar donde disfrutar su visita a Tenerife.

Platos muy abundantes y comida muy rica. El servicio algo lento, te lo avisan al llegar, pero muy agradables. Recomiendo reservar para una hora pronto ya q nosotros estábamos para las 14:30, y algunos platos ya no le quedaban.

Tiene unas tartas caseras deliciosas, ideal para hacer una pausita, tomarse un café y probar sus maravillosos dulces después de ver el mirador del pueblo, muy recomendable y la persona que nos atendió fue muy agradable y nos aconsejó muy bien sobre las tartas. Sitios así hacen del turismo rural una maravilla de la que poder disfrutar aún más.

Comida muy buena, algo caro, pero vale la pena

Una experiencia única en plena montaña. El propietario/chef Patrick cumple todos sus deseos. Muy recomendable el ternera Wellington con una copa de Chardonnay. Me encanta este lugar. ¡¡¡Imprescindible ir!!!

Uno de mis restaurantes favoritaos y hoy terrible. Todo empezó mal:en la, reserva pedimos dentro y no lo anotaron, nos pusieron dentro, pero faltaba un servicio, la copa la tuve q coger de la mesa de al lado. A las 14 horas, ya no había lo que esta señalado en la pizarra, pero a la hora de pedir, media hora más, tarde, aun quedaban menos cosas. Solo una botella de agua fría, pq no tenían más. Todo iba empeorando. Pedimos tres platos, entre ellos un solomillo stroganoff, y anota delante mía q le quedan dos, a los 15 minutos q no le queda, se confunden tb con otro plato principal, q lo traen cuando vamos por la mitad las otras dos personas. Pido otro pan, y literal :va a tardar mucho, prefiero no mentirle. Pedimos postres frios pq el horno estaba a tope, y tardan mas 15 minutos. A la hora de pagar, descuentan una bebida por la confusión. Discuten con la chef con respecto a lo q, queda y no queda. En todo momento pidiendo disculpas, pero el caos iba a peor, por muchas disculpas q pudieran, no eran capaz de reconducir la situacion. Yo reserve. Y por lo q vi, todas las, personas q, estában alli también, creo q no llegamos por sorpresa y se vieron sin genero, por sorpresa. Las mesas, de al lado tb caoticas... Nadie fue desagradable, pero no compensa llegar hasta taborno solo para comer y encontrar esta situacion.