Historias Para No Dormir en Santa Cruz de Tenerife

Un espectaculo de sabores para el paladar en un entorno maravilloso.

Excelente cocina casera con combinaciones perfectas de sabores.

Restaurante Historias Para No Dormir es un restaurante francés ubicado en Taborno, un pequeño pueblo de la Sierra de Anaga, Tenerife. Ofrece exquisita cocina francesa en un entorno natural espectacular. - Horario: De jueves a domingo, solo almuerzos, con reserva previa. - Cocina: Cocina francesa con ingredientes frescos y locales, con especial atención a la carne (incluyendo canguro, venado, ternera y cerdo) y postres caseros. - Precios: Menú del día 25 € (ensalada, plato principal y postre). Vinos de 12 a 16 €. Detalles del menú: - Ternera Wellington*: Ternera con foie gras, champiñones y puré de patatas. - Gulash de venado: Con cebolla, ajo, vino blanco y hierbas aromáticas. - Canguro con salsa de mostaza añeja: Canguro a la parrilla con mostaza y salsa de caramelo. - Postres: Pasteles caseros sin harina (p. ej., pastel de avellanas, pastel de mango y maracuyá). Particularidades: - Ubicación: En el Parque Natural de Anaga, rodeado de una naturaleza impresionante. - Ambiente: Ambiente acogedor y sencillo, ideal para amantes de la naturaleza y senderistas. - Chef: Patrick, chef francés de Niza, y su esposa Angélica... Llevamos el restaurante desde 2008. Cómo llegar: - A unos 40 minutos de Santa Cruz o La Laguna - Transporte público: Ruta 275 Un auténtico punto de interés para gourmets y amantes de la naturaleza. Se recomienda reservar, ya que no hay platos disponibles con antelación.

Somos de la península y las dos veces que hemos estado en Tenerife nos hemos acercado. Es un típico bar de pueblo en el que no esperas lo que te van a ofrecerte, la comida es espectacular, un camarero más que agradable, donde te encuentras con paisanos y foráneos. Comida clásica francesa, hecha con cariño y buen hacer. Volveremos sin duda. Además, está en un lugar espectacular, con vistas maravillosas. Si vas a la zona de Anaga, no dudéis en acercaros. Más que recomendable.

Un sitio encantador que habla inglés. Un lugar remoto pero precioso, con una ruta de senderismo fácil y agradable justo detrás del pueblo. Y la comida... ¡qué comida! Nos quedamos impresionados; esperábamos una cocina pequeña con opciones básicas, pero no podríamos estar más equivocados. Tuvimos un menú de tres platos, empezando con una ensalada, que cambió el significado de la palabra ensalada para nosotros. Como plato principal, pedimos tres diferentes, todos igual de deliciosos. Y el postre estuvo tan bueno como podíamos imaginar. Las raciones eran grandes, las sonrisas sinceras y el ambiente encantador. Esperamos con ansias nuestra próxima visita.

Espectacular. Es la palabra que define este lugar. Comimos canguro , carne de jabalí y paleta de cordero y todo esta esquisto. También tiene vinos de diferentes lugares de francia.El camarero y el dueño son encantadores. Maravilloso. Comes comida francesa como en casa. Felicidades chicos.

La comida buenísima: nos ha encantado el cordero y el jabalí. Muy recomendable.

Una de las comidas más especiales que he tenido en mucho tiempo.

Increíble que en este pueblo tan escondido haya un restaurante y ademas con una comida de semejante calidad.

El servicio, el entorno y la comida espectaculares. El vino francés y los postres muy ricos. El camarero que nos atendió fue muy amable y servicial. Apenas esperamos entre platos. Ambiente muy, muy agradable. Repetiremos sin duda.