GustoKo Bar Restaurante en Getxo

Buen menú por 16 euros. La comida muy bien cocinada. Pisto rico con huevo, chipirones plancha y entrecot. Quizás podría mejorar con algún detalle o la cantidad pero resulta suficiente. El servicio bueno y atento aunque el tiempo de espera fue alto. En su descargo diré que nos pidieron disculpas, que hoy en día es de agradecer, por el retraso ya que les faltaba un camarero ese día. El local está agradable.

Almuerzo familiar, muy sabroso, tomates y carne increíbles, ¡excelente precio para la calidad de la comida!

Hemos comido Menu del dia (15,95 euros) Fideos de arroz al estilo filipino Entrecot con patatas fritas Rollo de plátano Menu especial (30 euros) Boquerones en aceite de oliva Bacalao a la vizcaína Tarta de queso Todo estaba muy rico

Un sitio muy agradable y acogedor para comer Menú del día con buen toque casero Muy recomendable

Muy buena experiencia, excelente relación calidad-precio y un servicio excelente.

El solomillo muy bueno, ensalada muy abundante

La comida muy buena, nos han atendido genial Ia camarera era muy amable, el sitio genial

Comimos de maravilla, todo riquísimo y la camarera que nos atendió muy agradable :)

Buena atención. Muy amables.Muy limpio. La comida muy buena y la ración adecuada. Servicio rápido y buena relación calidad precio

El restaurante es acogedor, donde se puede ver a los lugareños y turistas europeos visitar. Estaba muy contento de cómo acomodar a la dueña y el personal (que me enteré de que son todos familiares de la dueña y su pareja) y muy atento a nuestras necesidades (no solo porque soy filipino también, porque vi la misma atención a nuestros clientes). Aparte de la hospitalidad, los platos eran muy sabrosos y bien presentados que no hace un agujero en el presupuesto de uno. Uno puede tener una comida de tres platos por la mísera cantidad de 15 €. No es un lugar barato pero muy asequible que no te importaría volver a visitar ya sea como turista en el pueblo o un lugareño. El almuerzo de cumpleaños no fue suficiente, queríamos disfrutar y probar otros platos que estaban en oferta. Así que, al día siguiente, nos dirigimos a GustoKo de nuevo para almorzar de NUEVO. Esta vez, nuestra experiencia fue aún mejor. Siendo una filipina migrante viviendo en los Países Bajos sin ninguna familia o parientes cerca, la nostalgia por un entorno familiar a veces era incontrolable, y esta vez, al ver a un grupo de señoras maduras cenando, me recordó a mis “titas” reunidas y almorzando. Tuvimos una charla fabulosa con ellos y tuvieron comentarios maravillosos sobre el restaurante también. Todos eran de Getxo, que vivían en la misma calle, pero dos de ellos se han trasladado a Madrid. Para mí, este restaurante no es un lugar para comer y disfrutar con amigos, pero conocer a los clientes amistosos del establecimiento también.