Granja Miriam en Berga

Estábamos un sábado en Berga y habíamos mirado otro restaurante para cenar. Fuímos hasta allí y al llegar a las 21:45, nos dijeron que no nos podían atender, a pesar de tener publicado horario hasta las12 de la noche y tener mesas libres. Tras el chasco, no sabíamos qué hacer y por suerte vimos en la esquina de abajo la Granja Miriam. Fue un gran descubrimiento y una sorpresa positiva. A pesar de estar llena hasta los topes, nos atendieron con mucha amabilidad, el servicio fue rápido y atento y las tapas un lujazo. Pedimos una sepia con bravas, unos pichos con pan con tomate y unas chips de alcachofa. Todo buenísimo. Unas cervezas y de postre una tarta de queso con arándanos que quita el sentido. Y el precio bastante ajustado, unos 40 euros para una cena de dos. Sin duda, repetiremos cunado volvamos a Berga.

Me gusta, recomendable son amables y sencillos

Muy buena cafetería íbamos a berga a buscar setas y paramos primero a desayunar y la verdad un acierto una cafetería bonita con buen café y croasan,mi cuñado se pidió un bocadillo de longaniza que estaba muy rico el pan súper bueno,un gran servicio y una atención muy buena y un buen ambiente. Lo recomiendo

Nosotros hemos ido varias veces y la verdad que siempre super bien!

Res és el que sembla, aquest podria ser el titular, ja que només venia a prendre cafè, però un dia em vaig decidir per entrar a menjar. A primera vista és un bar normal, però molt norma, on s'amaga el que marca la diferència entre un bar a un altre (sobretot en aquest país que està ple) els detalls, com l'antic eslògan de NH hotels, qüestió de detalls. Detalls en disposar de premsa comarcal Regi 7 i catalana La Vanguardia a part dels típics diaris de futbol, detalls en servir, detalls a la simpatia de Sol, Climent i la recent incorporació de Cassandra, són petites coses que fan que un es trobi a gust. Però tornem al menjar que és el que importa, no solc comentar molt de sobre el tema, no soc cap gastrònom, però si m'agradaria deixar clar que el que preparen ho fan amb amor, amor al bistec del Berguedà, amor a les coses amb sabor, amor als seus petits tomàquets del seu hort, amor al pa amb tomàquet sense utilitzar el pinzell per a untar-lo (com es fa des de fa anys, sense comentaris) Però ahir dimarts 6 de desembre, vaig menjar un bistec al punt, amb les patates braves que el millor era la seva salsa, pa amb tomàquet, va venir de la casa (gens de do simón ni oncle de la bota) però el que dur el menjar era com estar en el paradís o això creia jo, ja que gaudeixi com un nen. Sempre em sorprèn les petites coses que et fa feliç durant un breu temps (que pena del poc que dura) quan t'arriscar a menjar en un bar i en la Granja Miriam, va ser tot un descobriment, així que te'l recomano. Sobre el preu que crec que t'agradaria conèixer-lo i jo com a molt i demano molt perquè un menú que no arriba a 20 €

Muy ricas sus hamburguesas... Ni que decir de sus patatas bravas

Bar muy bien parido con un chaval joven muy espabilado y buenas tapas

Servicio muy rápido, muy amables. La comida esta muy buena, en especial las patatas bravas. Muy buen precio.

Pasamos unos días en Berga y cada mañana fuimos a desayunar a la terraza del Miriam. Buen cafe, buen bikini, buen trato, todo guay. Tristemente no pudimos probar la comida porque teníamos siempre otros planes, pero se dice que hace un entrecot bien rico, sin duda en mi próxima estancia en Berga lo iré a probar, me quede con la curiosidad.